Capítulo 4: Deseo.

20 4 2
                                    

Detrás de la cabaña...

Porqué narices me tocó a mi... ¿o por qué le toca a la gente? ¿De verdad es tan necesario hacer sentir mal a alguien?

Estoy apoyada en la pared me madera exterior a la cabaña, las lágrimas no paran, y lo odio... solo quiero dejar de llorar, da igual la manera, incluso arrancándome los ojos... Pero, no. No soy tan valiente (o imprudente) como para hacer algo así.

- Dios...- susurro, - ¿ porque no puede el mundo dar una vuelta de 180 grados y cambiar mi vida, como en las series o películas en las que la maldita marginada se vuelve imprescindible? Les daría una lección a todos...

Me froto los ojos con fuerza. Joder...

- De verdad, es mi único deseo,- murmuro.

Cuando ya parece que me he calmado, agarro mi mochila y camino dentro del pequeño pasillo qué diferencia en la cabaña el laboratorio de la clase, estoy delante de la puerta de mi clase, pero cuando voy a abrirla...

- Con que XXXL...

Me hielo al escuchar esas palabras y lo peor, esa voz. Me giro para enfrentarme con lo que me viene encima, que en este caso es Demon.

Mantengo mi mirada en el suelo, no quiero alzar la mirada, me da mucho miedo lo que pueda ver...

¿Miedo?¿que es el miedo, Sara?

Esa vocecita en mi cabeza hace que apriete los dientes y apriete los puños. Tiene razón. ¿Que es el miedo? Algo que solo sirve para atarme, como un secuestro, y estoy decidida a librarme de mi captor.

Apretando mandíbula y puños, doy un paso al ante y alzó la mirada enfurecida hacia Demon, quien está delante mío serio, frío, maldito...

- No sabía que esa talla existía, - Me dice sonriendo.

- Cierto, no existía. Tal vez la hicieron especialmente para mi, - El sarcasmo en mi voz es claro, y aunque parezca segura, mis ojos empiezan a inundarse. - Tal vez a la gente de las tiendas le daba tanta pena verme tratar de meterme en aquellos pantalones sin éxito.- Ya no me contengo,- ¡Es eso lo que pensáis todos no!- Grito, dando un paso adelante encarándome con Demon, quien sigue mirándome serio.- Solo sabéis criticarme...¡Si de verdad veis lo que decís,¿ No debería daros pena en vez de gracia?!

Mis lágrimas caen de rabia por mis mejillas y él las detecta, suspira.

- ¿Por que crees que pensamos todos eso? - Me pregunta, claramente enfadado. (Ya me dirá él el motivo, porque quien tiene que cabrearse soy yo)

- ¡Por que es lo que me demostráis!- le grito, aún más enfadada.

- ¿De verdad? ¡Todos!- Me grita, también más enfadado.

- ¡SI! ¡No hacéis más que humillarme, y estoy HARTA!

El aprieta los puños.

-¿¡HARTA DE QUÉ?!- grita empujándome contra la pared más cercana.

Al chocar, una lágrima resbala de mi mejilla, pero no de dolor, de frustración. Esa pregunta me la he hecho miles de veces, y tengo la respuesta.

- ¡HARTA DE MI!- le agarro los brazos que tiene a ambos mis hombros, apretándome aún más a la pared,- ¡HARTA DE VER COMO ME AFECTA TODO!- él parece enfadarse aún más, mirándome fijamente, -¡YO ANTES ME VEÍA PRECIOSA!- grito, un grito que seguro se escuchó en todo el patio,- ¡AHORA SOLO SOY UNA MIERDA, ESO ES LO QUE SOY, CADA DÍA ME CONSUMÍS MÁS Y MÁS, COMPARÁNDOME CON TODAS LAS DEMÁS!- tengo que parar para coger aire, y notó que Demon suelta un poco su agarre,- lo siento si no soy como todas las anorexicas que os gustan, todas las guarras que os ponen el culo en la cara, todas las que venden su imagen como si fueran las mejores... - suelto sus brazos.

- ¿Por que? - le miró extrañada ante la pregunta,- ¿Por que nunca lo mostraste? Podría haberte ayudado, podría haberte apoyado...

Niego con la cabeza y lo empujó un poco para alejarlo de mi, agarro mi mochila quitándome las lágrimas y me giro hacia la puerta.

Giro la cabeza en su dirección y le miro, seria.

- No es algo que puedas arreglar tu, Demon.

Y abandono el sitio.

——————-

Holaaaaaaaaa si has llegado hasta aquí, es que lo has leído, gracias 😊😊😊😊
Bueno, sé que este es un poco corto, así que pronto publicaré el siguiente, besos 💋😊

Deseo mortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora