Capítulo 25:

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Las lágrimas se escurren por mi cara y una sensación de angustia hace que me maree y tiemble.

- Crecí contigo como ejemplo, te tenia de referencia... Mi hermana mayor... La chica más fuerte de todas...

Mei camina lentamente hacia mi, y yo no me muevo del sitio.

- ¿Donde está?- pregunta.

Cierto los ojos tratando de calmarme ante tal situación. Y entretanto, escucho golpecitos procedentes de el tacón de Hestia (alias mi madre al parecer), que se acerca a nosotras.

Y cuando abro los ojos, Hestia le ha cruzado la cara de un manoteado a Mei.

- No vuelvas a hablarle así a tu hermana...- susurra amenazante.

- Ella...- Mei se lleva una mano a la mejilla roja,- No es mi hermana.

Hestia suelta un profundo suspiro y nos mira a ambas. Pone los brazos en jarra y se dirige a mi hermana.

- Has dicho que su padre es un empresario... Revísalo.

-¿Que lo revise?

- Si no te cuadra lo de tu hermana, debes volver a decir sus títulos.

- Pero me cuadran todos...

- ¿Todos?- la interrumpe mi madre, - si fuera así no habrías dudado.

-¿Que? ¡Yo no dudé!

- Yo si...- interrumpo.

Ambas me miran, una con cara de orgullo y cariño, y la otra con puro odio. Vuelvo a ponerme la capucha y me sitúo en el centro de la sala.

- Soy Sara, hija de Hestia... y...¿de quien más?

Con un bufido, mi hermana se concentra y vuelve a "leerme", pero frunce el ceño.

- Que...¿Que es papá?- pregunta mi hermana.

- Vuestro padre... es un mago.

- Pero eso no explica que yo sea pura y Sara un monstruo.

Auch...

- En realidad si, cuando hicimos a Sara... él estaba usando la Magia.

-¿Que?- pregunto,- ¿Por que?

- Porque un año antes, tuvimos un hijo, pero murió por deformidad.

Mi madre agacha la cabeza al hablar de mi "hermano" mayor.

- Como usó Magia, - dirigiéndose a Mei- ahora tu hermana tiene también su Magia, tu tienes solo por mi parte.

Mei aprieta los puños mirándome mientras me quito la capucha, le sonrío de lado notando las lágrimas secas agrietarse por mi rostro, y agacho la cabeza.

- Lo siento hermanita...

Ella aprieta también los dientes.

- Te... te odio,- saca un cuchillo mientras yo me arrodillo por el peso de sus palabras,- ¡TE ODIO!

Y se abalanza hacia mi.

Pero el cuchillo no me llega a tocar.

-¡JACK!- un grito desgarrador proveniente de Tea hace que abra los ojos y encuentre ante mi la espalda de Jack con un cuchillo asomando por la piel.

- Joder...- se escucha su risa,- No me apetecía morir así eh...

Y cae de rodillas ante mi.

- Dale un par de hostias a tu hermana, Sara.

Deseo mortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora