Capítulo 37: No lo aguantaré mas...

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El cuerpo de Elaine es lo único que separa a los demonios de Tea y Mar, quienes, doloridas y llorosas se encuentran abrazadas la una a la otra, ya que Mar desató a Tea en cuanto llegó a su lado.

- ¿Quien te crees que eres tú, humana, para entrar aquí, exigiendo piedad por dos mocosas?

Una siniestra sonrisa se esboza en el rostro de Elaine. Esta relaja su cuerpo y clava la mirada en el demonio que dijo formuló esa pregunta.

- Humana, ¿eh...? Mocosas, ¿eh...?- murmura ella con una oscura y siniestra aura rodeando su cuerpo,- erra tremendamente , valiente.

- ¿Que...? - el demonio la mira con asco pero su expresión cambia a miedo al ver sus ojos, unos ojos que antes ya asustaban siendo de un color oro viejo, y que ahora aterran con un intenso color oro puro. - Tú eres...

- Exacto, exacto...- Elaine extiende sus brazos ante todos, mostrando una pérdida sonrisa.- Soy la hija de la reina elfa y del brujo humano más poderoso.

Los demonios miran a Elaine con miedo, y acto seguido, sin señal ni nada, esta grita:

- ¡Quémalos dragoncito!

Me pongo de pie como puedo y agarro la katana, desenvainandola y quemando a los demonios más cercanos. Elaine hace un par de gestos con las manos y de su espalda salen garras negras dirigidas hacia los demonios.

De un grito, Demon se deshace del agarre de los demonios, y Julia se lanza al suelto cogiendo un teléfono y llamando a la academia; Sam hace un truco de manera que controla mentalmente a algunos de los demonios haciendo que se peleen con sus camaradas, y Mark saca una brillante espada de oro, atacando, quemando y matando demonios.

Comienzan a llegar más y más demonios, y cuando ya parece que necesitaremos ayuda, una voz masculina y conocida irrumpe en la sala.

- ¡BUENO BUENO BUENO, A VER CUAL DE ESTOS DEMONIOS TIENE GANAS DE CHUPARME LA POLLA!- grita Gray arremetiendo contra unos cuantos con una espada de obsidiana.

- Beeeej, menuda imagen,- entra en escena Mei, poniendo cara de asco por el comentario de Gray.

- A ver, ¿acaso estoy haciendo de vuestra niñera, o vais a dejar ya la cháchara?- la voz de la chica que vi días antes en el despacho del director resuena en la sala.

- ¡Vanya!- grita alegre Elaine. Corre hacia la nombrada y la abraza con fuerza.

Emmmm... hola, estamos en plena batalla...

- Wo Wo Wo... ¿Que haces tú aquí?- pregunta Gray, dirigiéndose enfadado hacia Elaine,- te negaste a ser parte de los refuerzos, ¿por que estás aquí entonces?

- Pues porque quiero, ¿pasa algo?- Elaine pone los brazos en jarras y mira fijamente a Gray.

Este gruñe y arremete contra los demonios, tratando de no mirar hacia ella. Yo me pongo de pie, separándome de los demonios que me agarraban, y camino hacia Demon, quien está golpeando a un par de demonios de manera fuerte e intensa.

- Ey ey ey...- me acerco, tratando de tranquilizarle,- calma, ¿quieres?- el me mira y yo cargo la pistola que tenía en el cinturón, le pasó otra a él y le guiño un ojo,- así mejor.

Ambos disparamos a todo lo que se mueve, y son minutos los que tardamos en darnos cuanta de que los demonios no se mueven.

- ¿Que les pasa?- pregunto, mirando curiosa a uno de ellos.

- No lo se...- habla Mark.

- Eeeeeh... chicos....- nos llama Julia, quien está señalando a Elaine, situada al norte de la sala.

Deseo mortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora