Sara.
Llego al segundo piso y miro la clase de ambiente, erótico y sensual. Los cuerpos de la gente se mueven al ritmo de la música en la pista de baile, mi mirada se mueve por todos los tíos de 1'95 de la estancia.
Nada, no lo encuentro.
Joder...
Las canciones van pasando una a una y sigo sin encontrar a cierto chico...
Mierda...
Miro la pista de baile, miro a la gente.
Estoy cansada de ir yo detrás de quien sea. Ya esta bien. Que me busque él.
Me muevo hacia el centro de la pista chocando con los cuerpos de la gente a mi alrededor, cuando llego a mi destino, me quedo quieta un rato, dejando que la música me invada; comienzo a mover las caderas y a mover mi cuerpo de la manera más sensual que pueda. Chicos a mi alrededor se quedan embobados mirándome y se me acercan para bailar conmigo, yo no me quejo. Me recojo el pelo con las manos y bailo más sensualmente.
Me relamo los labios, tengo la boca seca.
Mis ojos llevan cerrados desde que dos chicos vinieron y comenzaron a bailar a mi alrededor, uno me pone las manos en la cintura, y cuando abro los ojos hacia un lado, ahí está.
Demon.
Mirándome.
Una sonrisa amenaza con dibujarse en mi rostro, y lo que hago para evitarlo es morderme el labio inferior, moviendo más marcadamente mis caderas y haciendo un movimiento de manera que básicamente twerqueo.
Vuelvo a cerrar los ojos y cuando los abro miro a los chicos que están conmigo, ahora con expresión de miedo.
¿Que coño...?
Enseguida me dirigen una sonrisa de disculpa y se van, corriendo, pero yo sigo bailando, me da igual, sé que está ahí.
Me está mirando.
Y ahora está aquí.
No me hace falta girarme para saber que detrás mía está Demon, el calor que emana su cuerpo es demasiado intenso para no notarlo. Me muerdo más fuerte el labio cuando noto que se acerca más.
Sonrío mezquinamente: bajo mis manos dejando que mi pelo caiga en cascada por mi espalda, y llevo mis manos al borde de mi vestido, lo levanto un poco y luego lo bajo, me acerco más a Demon y vuelvo a twerquear de manera leve.
Él baila detrás mía, de manera que nuestros cuerpos se rozan, se tocan. Que sensación...
Comienzo a girarme hacia el, y lo que encuentro en sus ojos es deseo.
Te pillé...
Rodeó su cuello con mis brazos y me pegó más a él, su respiración se mezcla con la mía y yo me estremezco.
Alzo la mirada y pego un poco más mi rostro al suyo. El me mira con la misma intensidad de hace un momento, mirando mis labios, mi cuello...
Ja...
Me inclino hacia él un poco más, poniéndome de puntillas, de manera que mi boca se encuentra en su oreja. Él al ver mi movimiento me agarra fuertemente de mi cintura y me pega más a él.
- Demon...- finjo gemir (o tal vez no es tan fingido)- esto...- separo mi boca de su oreja bruscamente y lo encaro,- el karma es una mierda, ¿no crees?- y le empujo, alejándome de él.
Me siento victoriosa.
Camino a través de la pista hacia el balcón, paso por los sofás y lo que veo me perturba, evidentemente. Al llegar al balcón cierro la puerta tras de mi, no quiero escuchar el ruido que hacen todas esas parejas en celo.
Me apoyo en la baranda y miro la fría noche. Sonrío al imaginar lo que deben de estar haciendo mis amigas, ellas no se darán cuenta, pero lo que sienten la una por la otra es realmente intenso.
Suspiro.
Y una llamita azul aparece a mi lado.
-¡Mierda!
Cojo un cóctel (a saber que hace un cóctel aquí...) y lo echo encima. No se apaga. Mierda.
Soplo. Nada.
Joder joder joder. Sara céntrate, apágala, apágala, apágala...
Oigo ruido detrás mía, procedente de la puerta.
Madre...
Lo único que se me ocurre es poner mi mano encima del fueguito, tapándolo.
Me giro hacia el intruso.
- Mierda...- esta vez lo digo en alto.
Andrea está delante mía, aunque parece que no se da cuanta de mi presencia porque camina hacia una tumbona acompañada de (oh oh) Demon.
Ja, que risa.
Me muevo un poco hasta situarme detrás de una planta (enorme), y miro la escena.
- Demon...- ronronea Andrea.
¿Que hace aquí Andrea?
Esa pregunta ronda mi mente un rato, pero vuelvo a prestar atención a la escena que se desenvuelve delante de mi.
- ¿Y esa erección?- pregunta ella, - cuándo te vi ya la tenías, ¿Que pasó?
- Nada...
- Y...¿crees que te puedo ayudar con tu... torre?
Vale... BEEEEEEEEEEEEEEEJJJJJJJJJ
- La verdad es que no.
-¿Que?
- Es que no me pones. - Pero que directo por dios...
- Pero...
- Noup.
Andrea se levanta y camina digna hacia la puerta, antes de irse, mira a Demon.
Se va.
Y no me puedo aguantar.
- ¡¡¡¡¡JAJAJJAJAJJAJJAJAJJAJAJAJJAA!!!!!
Mi risa resuena por todo el balcón mientras salgo de mi escondite.
Demon me mira, sorprendido.
-¿De que te ríes?- pregunta acercándose a en mi.
- ¿Tu que crees?
Me mira de pies a cabeza y se gira hacia la baranda, mirando al frente, y de cuando en vez mira hacia abajo.
¡¡¡ooooooh!!! Fui yo ...
Sonrío.
- ¿Tomando aire?- Dios, pero que bien se siente. Trato de molestarlo un poco.
- ¿Te crees que fuiste tú?
- No lo creo, lo sé, me pegue tanto a ti ¿que te crees que no lo noté?
Me mira, solo me mira. Mi respiración se vuelve entrecortada, aún no controlo como me siento cuando me mira, este ser me vuelve loca.
Una llama se enciende en mi mano derecha.
Mierda...
Él se da cuenta de lo que estoy sintiendo ahora mismo, y sonríe con suficiencia. Yo no me muevo, no quiero que me vea inquieta. Se acerca más a mi y me muevo sola de manera que mi culo está contra la baranda. Apoyo mis manos en esta y me echo hacia atrás.
Demon sigue acercándose y yo no me muevo, justo cuando nuestros cuerpos van a tocarse, él me agarra de la cintura y me gira de manera que él está a mi espalda. Su mano viaja hacia encima de mi entrepierna y aprieta mi trasero contra su erección.
-¿Notas lo duro que estoy?- susurra en mi oído.
Ah... joder...
- Lo noto,- jadeo.
Holaaaaaa que os parece? Necesito comentarios, venga va 💋💋
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Deseo mortal
Paranormal"Que mundo más aburrido, monótono, constante y cansado..." piensa Sara. Demonios, ángeles, dioses, muerte y sexo, ese es el mundo que descubrirá Sara .... y del que no se podrá librar.