Capitulo 16: Me ahogo.

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Habitación Sam, 2 semanas después.

- ¿Y aún no os habláis?- me pregunta Sam.

- No...- digo, cansada, - en plan, coincidimos en los entrenamientos, pero todo lo que hace él es mirarme con esa sonrisa que hace que le quiera partir la nariz, y seguir a lo suyo. Salvo hace dos días...

- ¿¡Que pasó?!- preguntan histéricas Sam y Julia.

- Bueno...

Hace dos días...

- ¡Simon!- grito, apartándolo de las balas que se le acercaban.

- Gracias, - susurra.

- Roi, cúbreme, ¡Leo, conmigo!- este último corre hacia mi y me da la mano,- ¿Que haces?

- Soy más rápido que tú,- sonríe y corre, pues si que es rápido.

Este es un entrenamiento con objetivos en movimiento, que nos disparan y nos atacan a nosotros también. En muy poco tiempo estos chicos han adquirido cualidades muy buenas en este campo, y cada día me lo demuestran con más fuerza.

- ¡Mas atento Leo!- Tiro de su mano para ponerlo a cubierto, pero ambos tropezamos y caemos a la hierba.

Él está encima mío y yo abajo, sus ojos en mi boca, y sus labios entreabiertos. Es mono. Siendo sincera, es mono. Pero no, no me gusta.

- Esto...- veo que se va acercando, - Leo...- susurro, tratando que se aparte, pero no lo hace. - Leo.

Sigue sin apartarse y yo me pongo cada vez más nerviosa.

- Venga Leo,¡Leo!

Sigo tratando de apartarlo pero me trata de besar igual. Hasta que ya no lo noto encima mía.

- Te dijo que te apartaras.- Sisea Demon, cogiéndole del cuello de la camisa a Leo.

Acto seguido, y sin que yo le pudiera detener, comienza a golpear a Leo en la cara, puñetazo tras puñetazo.

-¡Demon!- corro hacia ellos y agarro a Demon del brazo,- ¡Para!¡DEMON!

Este me mira y suelta a Leo, pero me agarra del brazo y me arrastra con él hasta la cueva donde entrenamos juntos aquella vez.

- ¿Que haces?¡Suéltame!

No me hace caso. Sigue caminando hasta donde me ataron, y puedo percibir por el rabillo del ojo las cuerdas que usaron.

De repente se detiene y me impulsa contra la pared, donde mi espalda se choca con esta.

- ¿Que haces Sara?- pone sus manos apoyadas a ambos lados de mi cabeza.- Me dices que te gusto y días después ¿te encuentro a punto de follarte a un compañero en pleno bosque? Que clase de persona hace eso ¿eh? ¿¡Quien!?

No puedo hablar, en serio me esta... el esta... oooooooooh

- Estás...- sonrío,- ¿estás celoso?

-¿Que?- me mira, sonríe ladeado,- Tu sueñas.

- Tal  vez... - me acerco a él,- o tal vez estás celoso de que Leo estuviera a punto de besarme y me tuviera entre sus brazos con mi falda en la cintura y un par de botones de la camisa desabrochados demás, - sigo acercándome a él hasta que nuestros alientos se mezclan,- tal vez te molesta el hecho de que yo fuera a gritar de placer su nombre y no el tuyo, tal vez te molesta que él me deseara... y...

Deseo mortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora