Narra _____:
-¿Cómo me queda el vestido?.- Karen empezo a modelar.
-Te queda perfecto.
-Hey.- se sento a mi lado.- ¿Qué paso?
-Nada importante.- fingí una sonrisa.
-A mi no me engañas, se que paso algo, habla ahora.- río.
-Karen no paso nada, te lo prometo.- la mire a los ojos. Ella me miro y luego suspiro.
-Esta bien. Ahora busquemos tu vestido.- chiilo.
-Eso te tenía que decir.- reí.- Mi mamá me acaba de llamar para decirme que no compre ningún vestido.
-Algo tendrá.- alzo una ceja.
Salimos de la tienda ya que teniamos que ir a buscar unos tacones. La verdad es que no soy muy fanática de ellos, pero los necesito.
Empezamos a recorrer varias tiendas, entramos a una que tenía tacones por doquier, diferente color, tamaño y altura.
Karen camino hacía el sector de los tacones rojos y extra altos. Yo no sabía donde ubicarme, ya que no sabía de que color era el vestido.
-Llamada telefónica-
-¿Hola? ¿Hija?.- dijo mi mamá del otro lado de la línea.
-Hola mamá. Te quería preguntar algo.
-Si, pregunta hija.- río.
-¿De qué color es el vestido?..Es que necesito comprar unos tacones.
-Espérame un poco.- se escucharon unos susurros.- Es color crema.
-Okay, gracias.- sonreí.
-Denada linda.-corto.
-Fin de llamada telefónica-
Fui al sector de los tacones color crema y con taco un poco grande. Todos eran lindos, si fuera por mi, me llevaría todos. Reí por mi comentario.
Camine por el pasillo y unos tacones me llamaron la atención. Los miré, eran perfectos. Obviamente eran color crema, y en el taco tenía pequeños detalles que llamaban la atención.
-¿Se le ofrece algo?.- pregunto una joven.
-Si.- sonreí.- Quiero llevar estos tacones.
-Oh.- me devolvio la sonrisa.- Acompañeme a la caja.
La seguí hasta la caja y pague los tacones. Estaba satisfecha por la compra, la verdad es que eran caros, pero valían la pena.
Busque a Karen con la mirada hasta que la encontre. Estaba sentada con dos tacones en la mano, al parecer no se decidia.
-¡Karen!.- la llame.
-Ayúdame.- se quejo.- No se cuáles llevar, ambos son hermosos.- chillo.
-Llévate esos.- señale unos tacones rojos que tenían un brillo en la punta que los hacía resaltar.
-¡Gracias!.- chillo mientras se levantaba.- Voy a pagarlos.
Karen terminó de pagar los tacones y nos fuimos rápidamente, eran las 6:30 de la tarde y la cena era a las 8:00.
Fui a dejarla a su casa que estaba a unas cuadras de la mia.
-Adiós, nos vemos.- me dio un beso en la mejilla.
-Adiós.- sonreí.
Llegué a la casa y toque el timbre, me abrió Columba con una gran sonrisa. ¡Ja! Cuando sepa lo que hizo Alonso estará más que furiosa.
-Hola cariño.- me saludo.- Pasa.
-Hola.- salude.- Um, voy a subir a mi habitación, tengo que arreglarme.- sonreí.
-Anda.- me devolvio la sonrisa.
Subí rápidamente a mi habitación, abrí la puerta y había una caja sobre mi cama. Me acerqué lentamente para poder ver que era.
Era una caja blanca con un lazo rosado y encima de esta tenía una rosa. No me contuve más y abrí la caja.
¡OH POR DIOS!
El vestido que Alonso había comprado para Ashly estaba aquí, me va a dar un ataque. ¡Alonso me lo regalo! ¡A mi!.
Saque el vestido de la caja, era exactamente como lo recordé. Alonso, Alonso, Alonso.. Quisiera perdónarte en este momento, pero te la pondré difícil.
Miré la caja y me di cuenta que había algo más. Una nota, la tomé entre mis manos y la abrí.
-Carta-
_______ ¡Sorpresa! ¿Te acuerdas de este vestido? Yo creo que si. Esta hecho para ti.
Me acuerdo que Ashly, lo quería, yo lo compré, pero no para ella, si no para ti. Siempre haz estado tu primero.
Con mucho amor.
Alonso.
-Fin de carta-
Pusé la carta en mi pecho y la aprete fuerte contra mi. Alonso era tan... Perfecto.
Narra Alonso:
No se si ponerme corbata, me sentía muy incómodo con ella. ¿Será necesario ponérmela?
No, no me la voy a poner.
Me miré al espejo y tenía que admitirlo, me miraba muy bien. Sexy diría yo. Lo que faltaba arreglar, o más bien desordenar, era mi pelo.
Revolví mi pelo en distintas direcciones, luego con un peine hice mi tipico peinado, bien sensual.
Ahora si, estaba listo.
-Hola.- sonreí.- Pero que lindas damas.
-Hola, usted esta muy guapo.- dijo mi mamá.
-También muy elegante.- sonrío la mamá de ______.- ¿Sabes algo de ______?
-No.- suspire.- Pero espero que le haya gustado la sorpresa.
Se escucharon unos tacones chocar contra la madera. Ella venía bajando.
Se veía tan hermosa.
El vestido le quedaba perfecto, se ajustaba a su cintura perfectamente, tenía unos tacones del mismo color con un pequeño detalle. Su cabello estaba suelto y habían pequeñas ondas en las puntas.
Tenía una sonrisa en el rostro.
Si ella es feliz, yo también.