¿Sentir esa sensación de arrepentimiento es normal cuando estamos en estas circunstancias? ¿No?, ¿Si?
Eso es lo que siento yo.
Limpiándome las lágrimas me senté en una silla que estaba al frente de la camilla, me dolía mucho ver a Bryan así, él no se merecía esto.
-Sigo aquí -empece- Y lo estaré siempre, te lo prometo. Sé que hemos perdido contacto por un tiempo, y no sabes lo arrepentida que estoy en no haberte llamado o enviado un simple mensaje...
-Señorita, la están buscando -entro una enfermera.
-¿Quiénes? -la mire.
-Un joven y sus padres -contesto.
Acaricie el brazo de Bryan. Salí de la habitación y afuera estaban mis
papás y Freddy, me tire en los brazos de Freddy, los cuales me acogieron, sin evitarlo unas cuantas lágrimas cayeron.
-Bryan esta mal -susurre.
-Tranquila yo sé que se recuperará pronto, es un chico fuerte.
-Los doctores no saben si va a sobrevivir, ¿sabes lo que es eso? Una vida sin Bryan.
-Todo va a estar bien, ya verás -acaricio mi espalda.
-Me disculpan, tengo que avisar que Bryan esta aquí -mire a mis padres.
-No te preocupes hija -dijo mamá.
Me metí a whatsapp y ingrese al grupo que teníamos todos, a todos me refiero Abi, Sara, Estevan, todos.
"-Chicos tengo una mala noticia.
Abi: ¿Qué ha pasado?
Alfredo: Cuenta
-Es Bryan, chocó contra un árbol y no saben si va a sobrevivir"
Sara: ¡¿Es enserio?!
Estevan: ¿En que hospital esta?
-Hospital de Los Ángeles"
Guarde el celular y mamá me extendió una bolsa, fruncí el ceño y ellos sonrieron.
-Te trajimos comida.
-Gracias, pero ahora no comeré.
-_______..-insistió Freddy.
-No -me negué- Hasta que lleguen los chicos.
Dije esto último, di media vuelta para ir de nuevo a la habitación donde estaba Bryan, iba a entrar pero la puerta estaba entrecerrada, estaba el mismo doctor y otra enfermera.
-No se sí sobreviva, nadie ha resistido a este tipo de operaciones -hablo el doctor.
-Hay que salvarlo, doctor -la enfermera puso una mano en su cintura.
-Haremos lo posible, pero no lo se, la operación que necesita es muy compleja, como lo he dicho.
-Todo saldrá bien -sonrió la enfermera.
Los dos venían directamente hacia la puerta, cuando la abrieron completamente me miraron y baje la cabeza avergonzada.
-Es malo escuchar conversaciones ajenas -dijo el doctor.
-Hagan lo posible por salvarlo -pedí.
-Como usted ha escuchado, no es seguro -junto los labios la enfermera.
-Él es fuerte -asegure.
-Esperemos -el doctor se fue junto a la
enfermera.
Entre a la habitación, él seguía igual, su cuerpo conectado a máquinas, agujas por aquí agujas por acá, y su piel pálida como una hoja.
