|Capítulo 9|

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Narra ________:

-Mira tontita, tengo mis sospechas en ti, sé que me quieres quitar a mi hombre pero no lo lograrás-gruño Ivanna.

-No quiero pelear contigo, ni mucho menos perder mi tiempo en ti, así que te pido que me dejes tranquila.

-Sólo quiero que sepas sí es que le llegas a tocar sólo un pelo de mi... -la interrumpí.

-Que ya basta Ivanna, entendí lo que quieres decir, pero no me voy a alejar de él, somos amigos y tus palabras no me vienen ni me van -bufe.

Ella me iba a contestar pero Alonso le dio un apretón en los hombros, él sabía perfectamente como controlarla, suspire y mire a Alfredo que estaba observando divertido la escena.

-Nosotros nos vamos -aviso Alonso.

-Gracias por venir -lo mire.

-Perdóname pero nosotros vinimos por nuestro hijo, no por ti- sonrió irónica Ivanna.

-Dije que ya basta -gruño Alonso.

-Adiós hermano, nos vemos -Alfredo se despidió de Alonso- Adiós Ivanna.

-Adiós- se despidió secamente la novia de Villalpando.

-Hablamos luego, lo siento por lo de Ivanna - me dijo Alonso al oído.

-Da igual -negué con la cabeza.

Ellos se fueron y Alfredo y yo decidimos ir a almorzar comida China, salimos de la clínica y nos subimos a la camioneta, obviamente Alfredo iba manejando. Él se estaciono fuera del restaurante y nos
bajamos, entramos y el olor invadió mis fosas nasales, me encantaba la comida China. Nos sentamos en una mesa y pedimos.

-Tengo tanta hambre que creo que voy a morir -me queje- Además no puedo estar tranquila por lo de Bryan.

-Todo estará bien, sólo hay que esperar.

-No comprendo porque no lo dejaron acá, trasladarlo puede ser muy peligroso -toque mi frente.

-Es su madre, tienes que comprenderla.

-Eso trato, créeme -suspire.

Unos veinte minutos después llego nuestro pedido, inmediatamente empece a comer mientras Alfredo se reía de mi, de verdad que tenía mucha hambre.

-Y dime, ¿no sientes nada por Alonso? -pregunto directamente.

-Eh.. -murmure- No, creo. Ósea aún se me hace imposible olvidarlo totalmente, obviamente él me marco demasiado y ahora es como una cicatriz a medio cerrar en mi, esto de ser amigos, me esta ayudando.

-No te creo -sonrió Alfredo.

-Bueno, no me creas -me encogí de hombros.

-¿Y Mario? -me observo detenidamente.

-Esta muy enojado conmigo.

-Pensé que se habían arreglado -frunció el ceño.

-Pues, no -dije simplemente- Pero tratare de hablar con él nuevamente.

Terminamos de comer y Alfredo pagó la cuenta, insistí mucho en que yo pagaba mi plato, pero no me dejo, siempre era lo mismo.

Nos subimos a la camioneta y él fue a dejarme a mi departamento, le agradecí por estar conmigo y me baje, cuando estuve al frente de la puerta de la casa, toque el timbre.

-Hija, al fin llegas -me abrazó mi mamá.

-Lo siento -me disculpé- Ya se lo llevaron...¿cierto?

No me olvides. CANCELADA TEMPORALMENTE {Alonso Villalpando} CD9Donde viven las historias. Descúbrelo ahora