Maratón 2/5
Narra _______:
Baje las escaleras y fui a la cocina. Columba y mi mamá estaban conversando animadamente, me acerque a ellas y las salude con un beso en la mejilla y un "buenos días".
No tenía hambre, me sentía un poco mal. Este día va a ser muy largo sin Alonso.
Mi teléfono empezó a sonar, lo saque de mi bolsillo y lo vi, la pantalla decía: "Asquerosa Hada" reí por eso y apreté "contestar".
-Hola princesa.-me saludo.
-Hola Alonso.
- ¿Dormiste bien? -pregunto.
-Si -reí- Te extraño.
- Yo también te extraño, no lo dudes.
- Entonces... ¿A qué hora te vas mañana? -pronuncie las palabra que me arruinaron el día.
- A las diez de la mañana -contesto.
-Ah -murmure- ¿Dónde estas?
-Estoy con todos los chicos y no te voy a decir donde -podría adivinar que estaba sonriendo.
-Malo -reí.
-Te tengo que colgar, luego hablamos.
-Esta bien, adiós -me despedí.
-Te amo.
-Yo también -corte. ¿Qué podría hacer hoy? El aburrimiento que
me invade es impresionante, quizás llame a Abi y a Sara para salir o no se. Me decidí por llamar a Abi, podría quedarme encerrada en la casa en la esquina de mi habitación en posición fetal, pero sería muy...no lo se.
-Holaaaaaaa -alargue.
-Chica, ya se que me necesitas -río.
-Alonso va a pasar todo el día con los chicos y yo me quede sola -hice un puchero.
-Y me llamaste para que nos juntáramos,¿verdad? -vaya que me conocía.
- Si -sonreí.
-Te espero en mi casa en una hora,
¿invitamos a Sara? -pregunto.
-Claro no hay problema -conteste.
-Entonces, nos vemos, adiós.
-Bye fea -reí y ella corto.
Fui a avisarle a mi mamá que también estaría fuera todo el día y ella asintió, pero me dijo que me cuidara y esas cosas típicas que dicen las mamás cuando salimos. Tome las llaves de mi auto y empece a dar vueltas por toda la ciudad, pase por parques,
centros comerciales, lugares de comida, etc. El tiempo se me paso volando y ya eran las doce de la mañana, maneje hasta la casa de
Abi y me estacione. Baje del auto y toque el timbre.
-Hola de nuevo -sonrió y me beso la mejilla.
-Hola -salude.
-Sara apúrate -grito Abi.
-¿Dónde esta Sara? -pregunte.
-En el baño -río divertida.
¡Ya voy! -gritaron desde arriba esta vez.
- ¿Qué tienes planeado? -me pregunto Abi mientras se sentaba.
- Ir al centro comercial -reí.
-¿Para qué? -sonrió.
- Le quiero comprar algo a Alonso-conteste.
- Ah -respondió.
-Hola _______.-me saludo Sara.
-Hola Sara -le di un beso en la mejilla.
- ¿Nos vamos? -pregunte agarrando las llaves de mi auto.
-Claro -respondieron ellas al unísono. Las tres salimos de la casa y nos subimos al auto, yo iba manejando, alado mío estaba Abi y atrás Sara. En el camino estábamos cantando "Happy", gritábamos como locas haciendo que la gente nos mirara de una manera extraña, ya que teníamos las ventanas abiertas. Al fin llegamos al centro comercial y nos bajamos del auto, entramos al gran edificio y
nos dirigimos al sector de hombres.
-¿Qué le puedo comprar? -pregunte.
-Unas Vans -respondió Abi dudando.
- El ya tiene demasiadas-reí.
-Podrías comprarle una especie de colla significativo -dijo Sara.
- Buena idea -sonreí. Caminamos hasta el sector de joyería, habían
collares, anillos, pulseras y hasta relojes. Me acerque a la vitrinas y vi un collar precioso.
- Miren -señale al collar que me había
gustado.
-Es perfecto -comento Sara.
-Precioso -dijo Vane.
-Tienen razón, pero lo que ha de costar-rodé los ojos.
-Hey -Sara llamo al joven que atendía.
-Buenas tardes, ¿tienen alguna consulta? -pregunto.
-Si -conteste- Quisiera saber el precio de este collar.
-Bueno comenzando, este collar en mu vendido sin importar su precio...
-El cuál es... -alargo Abi.
-$200 dólares, qué vendrían siendo $2,600 pesos.-respondió.
-¿¡Qué!? -literalmente grite.
- No grite por favor -me pidió el joven y se fue.
-No tengo el dinero suficiente -suspire resignada.
-Podríamos hacer algo -sugirió Sara.
- Tengo una idea -murmuro Abi.
Nos tomo de las manos a las dos y salimos corriendo no se adonde, llegamos a el patio de comida que estaba lleno.
- Busquen dos mesas y tres sillas, rápido -dijo Abi. Empece a buscar algo desesperada quien sabe porque, encontré a una familia que se
estaba levantando y agarre las mesas y las sillas inmediatamente.
-¡Las encontré! -grite ya que no se escuchaba casi nada por la multitud que había. Las chicas se acercaron rápidamente y hicimos como un círculo.
-Vamos a tener que pedir dinero.-río Abi.
- ¿Enserio? -hizo una mueca Sara.
-Es la única forma -contesto Abi- Ahora suban a las mesas y sigan la corriente.
Nos subimos a las mesas y la gente no empezó a mirar raro.
- ¡Hey todos! -grito Abi.
Más gente nos empezó a mirar aún, que vergüenza pero igual me producía un poco de risa por la ideas de mi mejor amiga.
- ¡Vamos a hacer una pequeña actuación de humor! ¡Mi amiga! -me señalo- ¡Necesita dinero para comprarle un regalo a su novio! ¡El
se va mañana de la ciudad! -grito Abi.
Ahora teníamos la atención de toda la gente que se encontraba en el patio de comida, todo esto por ti, Alonso.
-¿¡Cómo pudiste engañarme con esa!? -grito de nuevo Abi señalando a Sara, me quedé paralizada hasta que entendí todo.
- ¡Es mejor que tú!.-le conteste.
-¡Yo siempre te compraba las malditas tangas! -hizo una mueca Abi.
- ¡Se los comprabas en oferta! -grito Sara. La multitud empezó a reírse por lo que dijo Sara, lo estábamos consiguiendo.
- ¡Ya paren! -bufé.
-¿¡Quien compraba los vestidos más lindos!? ¡Yo! -grito Vane.
-¡Los vestidos que le comprabas eran
ridículos! -le devolvió Sara.
-¡Yo siempre le compraba las cosas más caras! .-Abi se puso las manos en la cintura.
-¡No sean exageradas! -grite.
-¡Yo no soy exagerada! -se cruzó de brazos Sara.
-¡Si lo eres! ¡Exageranda al pedo! -dijo Abi conteniendo la risa. En ese momento el público que nos miraba
exploto en risas y empezaron a dejar dólares en nuestra mesa, y creo que más de lo que necesitaba.
