Narra ______:
Hoy era el día. Me levanté con todo el ánimo del mundo, me dirigí al baño para hacer mi aseo personal. Después de varios minutos salí del baño con una toalla enrollada en el cuerpo y otra en mi cabello.
Saqué de armario unos jeans negros y una blusa cortita de color blanco junto con unos Vans. Terminé de vertirme y fui al baño para desenredar mi cabello, cepillé mis dientes, me pusé un poco de base, rimel y brillo, y por último me puse perfume, estaba lista.
Baje las escaleras con la mochila en los hombros y mamá estaba tomando una taza de té mientras leía una revista.
-Hola hija.- me sonrió.- ¿Vas a desayunar?.- me preguntó dejando la revista a un lado.
-Nop.-remarqué la ''p''.- Voy retrasada.- dije acercándome a ella para despedirme.
-Esta bien.- suspiró.
-Adiós, te quiero.-le di un beso en la mejilla.
-Igual yo. Que te vaya bien.- escuché antes de cerrar la puerta.
Miré el reloj. Si me apuraba podía llegar a tiempo, pero vamos, la escuela estaba como a diez cuadras, no llegaba ni siquiera corriendo, así que decidí caminar tranquilamente.
Iba cruzando la calle, y un auto deportivo color negro se me atravesó, solté un grito mientras tocaba mi pecho.
Miré fijamente auto para adivinar quién estaba en el volante, esto no se iba a quedar así. ¡Casi muero! Si no era atropellada, era de un gran susto.
-¿Qué pasa muñeca?.-preguntó...¿Freddy?
-¡Idiota! Estuviste a punto de atropellarme, ¿y aún así me preguntas tal estúpidez?.- grité alterada.
-Hey, tranquila. Puedo llevarte. Si vas caminando te demorarás unos... 20 minutos, sube.-dijo abriendo la puerta del copiloto.
-Rodeé los ojos- Lo hago solamente por que no quiero llegar tarde.-subí.
-Ponte el cinturón.- me miró y guiño el ojo.- Voy rápido.
-No me importa.- sonreí cínicamente.
-Haz hecho muy mal muñeca.- comenzó a reír.
Segundos después sentí como si volara, vi a mi lado y Freddy estaba como loco conduciendo, traté de ponerme el cinturón, pero por el movimiento del auto no pude, no me quedó de otra más que sostenerme del asiento.
-Aquí viene lo mejor.- dijo emocionado.
Entonces sentí que mi cuerpo se iba hacía adelante, mientras se escuchaba el auto frenar fuertemente.
-Espero que hayas disfrutado tu viaje.- rió de nuevo mientras bajaba del auto.
Bajé del auto rápidamente y salí corriendo, claro no sin antes pronunciar un ''Gracias'', me había salvado de llegar tarde.
Fuí directo hacía el salón de Física, la puerta aún estaba abierta, justo cuándo el timbre sono entré al salón. Me senté en la parte del medio, ya que los asientos de atrás estaban ocupados, miraba mis manos justo cuándo el timbre sonó.
-Hola enana.-me saludó Estevan.
-Holaaa.-alargué.
-¿Me puedo sentar aquí?.- me sonrió.
-Estevan, eso no se pregunta, la respuesta es obvia.- reí. Él imito mi acción.
-Así que..Hoy dan los resultados si es que Alonso viene de intercambio, ¿no es así?.- se incó ante el mesabanco.
-Sip.- asentí con la cabeza.
En ese momento el profesor llegó, la mayoría de las clases me llamaba la atención, y sólo por preguntar la hora o algo parecido.
-Buenos días, alumnos.- saludó.
-Buenos días.-respondímos todos.
La clase empezó y yo no podía estar más aburrida, claro que le tomaba atención a la clase, pero no tanto, por que me iba muy bien en Física, no era necesario escuchar algo que ya sabía.
Al fin sonó el timbre para salir a receso, tomé mis cosas y salí junto a Estevan a la cafetería que había en la misma escuela.
-Hola.- saludaron los chicos mientras se sentaban. A los chicos, me refería a Abi, Sara, Alfredo, Said, Alan y Jos.
-Hola.- respondimos Estevan y yo.
-Yo iré.- dijo Alan refiriendosé a pedir la comida.- ¿Qué quieren?
-Trae.- observé a todos los que estabamos en la mesa.- ¿Ocho sándwiches y refrescos?.-pregunté a todos, ellos asintieron.
Alan se fue a hacer la fila para el desayuno, mientras nosotros conversábamos de cualquier cosa. Minutos después Alan llegó nuevamente con nuestra comida. Todos comenzamos a comer, no sin antes darle un ''Gracias'' a Alan.
La mañana transcurrió muy rápido. Tome mis cosas y salí junto a Jos a almorzar, ya que no teníamos clase.
-¿Alonso te ha llamado?.- preguntó interesando.
-No, y eso me preocupa.- hice una mueca.
-Verás que todo saldrá mal y que no va a venir.- comenzó a reír, le pegué fuertemente en el hombro.- ¡Hey!
-Por decir tonterías.- le volví a pegar.
-Eres mala.- me sacó la lengua.
-Idiota.- pusé los ojos en blanco.
-Igual me amas, acéptalo.- sonrió de lado.
-Mmm.. Tienes razón, pero eso no te quita lo estúpido ni lo idiota.-lo miré divertida.
Llegamos a una pizzería, no se encontraba tan lleno el lugar como yo esperaba, ya que aún era temprano, Jos fue a la caja a ordenar y luego volvió.
-Tengo hambreee.- gruñí.
-Hambrienta.-rió.
-¿Por qué me maltratas?.- me tapé la cara y fingí llorar.
-________, esa ya es vieja. No te creo.- pude ver su sonrisa.
-Malo.- me destapé la cara.
-Llámalo.- tomó mi teléfono.
-No quiero molestarlo.- negué con la cabeza.
-No lo molestarás, eres su novia, babosa.-me extendió el celular.
Lo tomé y marqué el número de Alonso, la primera vez no me contestó, volví a marcar, uno, dos, tres y respondió.
-Llamada teléfonica-
-Hola Alonso.- sonreí.
-¿Hola?.- se escuchó la voz de una chica del otro lado de la línea.
-¿Con quién hablo?.- pregunte extrañada.
-Ivanna, amiga de Alonso.- respondió. Así que ella tiene su teléfono, eh.
-¿Me puedes pasar a mi novio, por favor?.- pedí con una sonrisa, mientras Jos me miraba con ceño fruncido.
-¡Alonso!.- se escuchó un grito de parte de ella.
Hubo un silencio por unos segundos, miraba a Jos y él hacía caras raras, es tan idiota.
-Hola mi amor.- saludó Alonso.
-Hola.- saludé de nuevo.
-Perdón, estaba en el baño y deje el celular en la sala.-dijo
-No te preocupes.- sonreí.
-Cariño..Te tengo una mala noticia.- habló.
-Te escucho.-respondí.
-No podré viajar a Tijuana, mis calificaciones no son lo suficientemente buenas.- cerré los ojos.
-Me estás haciendo una broma.- reí.
-Quisiera que fuera una broma..Pero no te preocupes, estaré allá en vacaciones.-aseguró.
-No es lo mismo.- negué con la cabeza.
-_______...-lo interrumpí.
-Hablamos después, ¿si?.- sugerí.
-Esta bien.- respondió él y corté.
-Fin de llamada teléfonica-
-¿Qué paso?.-pregunto Jos preocupado.
-No vendrá.-suspiré.
-Él debe estar igual que tú, y lo único que haces tú es colgarle, debiste hablar con él.- hizo una mueca.
-Aquí esta su pizza, disfrútenla.-dije un joven para luego irse.
Empezamos a comer el silencio, yo de verdad juraba que Alonso iba a venir a Tijuana, pero aveces las cosas no son lo que uno quiere.
-No te preocupes.- habló Jos, lo miré.- Como dicen, después de la tormenta sale el sol.-me sonrió mientras tomaba un pedazo de pizza.
-Lo sé.- le devolví la sonrisa.
El celular de Jos comenzó a sonar, él lo saco de su bolsillo y pude adivinar que era un mensaje, por que si lo hubiesen llamado hubiera contestado. Observó un momento su celular y sonrió, escribió algo y guardo su celular nuevamente.
-¿Qué pasa?.-pregunté.
-Nada.- sonrió.
-Dime.- hice un puchero
-Nop.
-Por favor.-pedí.
-Luego lo sabrás.- rió.
-Pero yo quiero saber ahora mismo, Canela dime.- lo tomé de las manos y lo agité.
-Te dije que no te diré nada.-volvió a sonreír.
Narra Alonso:
En unos días más me iba a Tijuana, le había dicho a mi princesa que no podía, ya quiero darle la sorpresa.
-¡Yo tengo donde quedarme!.-me quejé, la directora negó con la cabeza.
-La idea del Sistema de Intercambio es que una familia se haga cargo de ti.-se cruzó de brazos.
-Yo antes vivía en Tijuana, tengo varios amigos que estoy seguro que no tendrán ningún problema con recibirme.- insistí.
-Bien. Tendría que hablar con la mamá de tu amigo, porque usted no va a estudiar y hará lo que se le de la gana, así que, si me pasa el teléfono...-cambió su expresión y tomó una hoja.
Le dí el número de la casa de Alfredo, ya había hablado con él y dijo que no tenía ningún problema con que me quedará en su casa.
La directora se levantó y se fue a la esquina de su oficina, supongo que hablaba con la mamá de Alfredo, minutos después regresó.
-Irá a la casa de su amigo, esa familia se hará cargo de usted y también irá a la misma escuela de su amigo.-sonreí.
-¡Exacto, gracias!.- la abracé. Ella me miró confundida y luego sonrió.
-Bueno, hoy estamos a Lunes, su vuelo sale el Miércoles a las seis de la mañana, y su vuelo de vuelta depende.- dijo mientras me pasaba unos papeles.
-Bueno, entonces me voy, gracias.- me despedí con una sonrisa.
-Adiós señor Villalpando.-cerré la puerta.
Empecé literalmente a saltar. Miércoles, miércoles, miércoles, llega ahora mismo.
Llegué a mi casa caminando,cuando abrí la puerta mamá estaba cocinando, ella dejo de hacerlo al darse cuenta que había llegado y se acercó a mi.
-¡Estoy muy felíz!.- me abrazó.- Te prometó que me voy a esforzar al máximo.
-Eso espero, estaré llamando a la mamá de Alfredo, eh.-rió.
-Te voy a extrañar.- la abracé.
-Yo también.- se separó de mi y sonrió.
-Te amo sexy.- reí.
-¡Alonso Villalpando Camarena!.-gritó.
-Esta bien.-la miré asustado.- Te amo mamá.
-Yo también te amo.- contesto y ambos nos fundímos en un abrazo.
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¡El capítulo que le prometí, ahre!
Ya falta poco para el final(8
¿Van a quere segunda temporada o así lo dejo?
Oh, por cierto, necesito un nombre para la novia de alguien de aquí, no diré quién, quiero que sea sorpresa. ¿Alguna voluntaría? Escogo al azar.