|Capítulo 65|

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Narra ________:

Abrí los ojos viendo que pasaba, Jos estaba sujetando el puño de Alan mientras Karen encendía un cigarro.

-Gracias Jos Canela-susurre.

Él me miro con sorpresa aún no pudiendo creer lo que había dicho.

Lo había atrapado.

-¿Q-que acabas d-de decir? -tartamudeo Alan.

-Lo que escuchaste, Alan-sonreí.

-Así que no saliste tan tonta -dijo Karen probando su cigarro.

-Enana... -empezó Jos, pero lo interrumpí.

-Soy _______ _______ -conteste cortante.

-Alan, Karen déjenme sólo con ella -gruño Jos. Alan y Karen salieron a pasos rápidos de la habitación. Yo seguía sentada en el suelo como
idiota, así que me pare mientras Jos me
miraba.

-¿Qué miras? -pregunte.

-_______ yo lo siento mucho de verdad, no quería hacer est... -lo interrumpí nuevamente.

-Pero lo hiciste -lo mire.

-Alan me ofreció una buena cantidad de dinero, y yo estoy complicado económicamente, entonces acepte.

-No me interesa -gruñí.

-Prometo ayudarte a salir de aquí -me tomo la mano pero enseguida la solté.

-Prefiero esperar a la policía, para que se pudran en la cárcel -grite.

-______...

-Jos,yo nunca me lo imaginé de ti, digo nos conocemos hace mucho y eras como un de hermano para mi -suspire.

-Ya lo se, ¿me perdonas? -pregunto.

-No Jos, no te perdono -negué con la cabeza.

Me dolía decirle que no aunque el me había echo esto. Note que sus ojos se cristalizaron, por favor no, terminare abrazándolo si llora.

-Esta bien, te comprendo -se le quebró un poco la voz.

-Me alegro que lo hagas -asentí con la cabeza.

Nos quedamos en completo silencio por unos minutos. Él tenía la mirada perdida y yo estaba mirando a través de la ventana el paisaje por así decirlo. Empezó a llover fuerte, suspire rendida. No han pasado ni veinticuatro horas desde que estoy aquí encerrada y ya extraño a mis amigos y a mamá.

-¿Los extrañas, verdad? -dijo Jos.

-¿Cómo lo sabes? -fruncí el ceño.

-Se nota en tu expresión y en tus ojos.

-Ah.

-¿Tienes hambre?

-No.-respondí.

-No tienes que ser tan dura conmigo, puedes confiar en mi, no te golpeare, ni te insultare y prometo cuidarte de los hermanos Navarro-hizo una media sonrisa.

-Ya no confió en ti Jos.

Segundos después entro Alan sin el
pasamontañas, se acercó a Jos y le dijo algo pero no logre escuchar.

-Perrita -Alan se puso al frente mío.

-No me llames así -gruñí.

-Te llamo como quiero, escúchame muy bien.

-Idiota -susurre.

-Te voy a dar un regalo, ¿te parece?-sonrió maliciosamente.

-¿Qué regalo? ¿Golpearme? -bufé.

No me olvides. CANCELADA TEMPORALMENTE {Alonso Villalpando} CD9Donde viven las historias. Descúbrelo ahora