Narra Alonso:
-¿Que haces con mi teléfono?
-Nada -dejo el celular a un lado.
-_______, dime la verdad -insistí.
-Te ha llegado un mensaje muy amoroso de..Ivanna- se cruzó de brazos.
Tomé el celular, ingrese a mensajes y tenía un mensaje abierto de Ivanna, el mensaje decía:
"Alonso, ¿cómo estas? Te extraño mucho, quiero que estés a mi lado en estos instantes, en realidad siempre"
Creo que lo que decían Alfredo y Abi era verdad, quizás Ivanna estaba enamorada de mi, pero lamentablemente yo no le puedo corresponder, porque yo amo a mi princesa y nunca la lastimaría.
-Tú sabes que yo no siento nada por Ivanna- me arrodille al frente de ella.
-Pero ella te ama, digo se nota mucho -rodó los ojos.
-¿Y? -me encogí de hombros.
-Nada olvídalo -suspiro.
-Tienes miedo a que te vaya a dejar por ella,¿verdad? -pregunte.
-Si -murmuró, sonreí de lado.
-Nunca te cambiaría, deberías
saberlo.-dije abrasándola.-Mándale un mensaje a Ivanna diciéndole que te deje tranquilo -sonrió.
-Princesa, ¿no crees que es muy cruel? -pregunte riendo.
-No -negó con la cabeza.
-¿Por qué no mejor olvidamos el tema y vamos a una heladería? -volvi a reír.
-Okay-rodó los ojos
-A la próxima no te salvas.
Negué con la cabeza riendo y bajamos las escaleras, _______ le dijo a su mamá que íbamos a comer un helado y ella asintió. Íbamos caminando tomados de la mano, vaya que extrañaba esto, era tan suave que no la quería soltar nunca.
-¿Sabes algo de Ashly? -pregunto.
-Lo último que supe es que se fue a New York-respondí.
-Aún me acuerdo de nuestra pelea -río.
-¿Habrá cambiado? -sonreí.
-Quizás un cambio de ambiente le sentará bien -respondió.
-O quizás se vuelva más loca -solté una
carcajada.-Eres malo -me pego en el hombro.
-¡Auu!- me toque donde me había pegado.
-Te lo merecías -río divertida.
-Tomare venganza -sonreí.
En ese momento la cargue y la puse en mi hombro, todos nos estaban mirando con una sonrisa, seguro dirán en sus mentes: "típicos adolescentes enamorados".
-¡Alonso!-chillo.
-¿Qué pasa princesa? -reí.
-"¿Qué pasa princesa?" -me imitó con voz ronca, haciendo que soltara una carcajada.
-¿No quieres que te baje? Bueno -seguí
caminando mientras ella gruñía.-¡Quiero que me bajes en este instante! -grito.
-¿Que pasa si no quiero? -pregunto.
-Señora, ¿me puede ayudar? -_______ le hablo a una mujer que estaba con su hijo pequeño.