Capitulo: 17

323 25 2
                                    

Capitulo: 17

Héctor.

Si os soy sincero no sé con exactitud que velocidad puedo alcanzar. Lo que si puedo afirmar es que, aunque no necesito correr a toda velocidad para seguir a Manel y al chaval que nos ha salvado, su moto es bastante rápida para lo que es un vehículo normal. El chico se mueve entre los coches con soltura, adelantándolos con facilidad, pero siempre al límite de velocidad establecido. En apenas un cuarto de hora llegamos a una nave industrial abandonada y el chico para la moto delante de un boquete en el lateral de esta. Esconde la moto entre los arbustos y nos dice que entremos. El interior de la nave no deja de ser lo que parecía desde fuera, una nave abandonada, sin embargo, al volver la mirada veo a un par de metros un saco de dormir, un par de portátiles y una cámara de video. Me giro para preguntarle si vive aquí y me encuentro con algo que antes no estaba (o igual si estaba y no me fije porque tenía los brazos ardiendo).

-Tienes los ojos naranjas- le digo.

-Soy consciente de ello.- me responde mientras se acerca a un portátil y empieza a escribir con urgencia.

-Te brillan un poco- vuelvo a decir.

-También soy consciente de eso, gracias.- vuelve a responderme mientras deja de escribir y cierra el portátil- A ver, no tenemos mucho tiempo antes de que llegue, tenemos que pensar algo para pararle o al menos aguantar hasta que amanezca.

-¿Por qué tenemos que confiar en ti?-  dice Manel algo arisco.

-Porque yo he sido capaz de derribarlo dos veces y porque soy como vosotros, pero si queréis intentar un segundo asalto con él por vuestra cuenta no me interpondré.

-¿Podemos pararle?- le pregunto.

-¿Por qué crees que sabe más que nosotros?- me pregunta Manel algo irritado.

-No sé si podemos pararlo ahora mismo- empieza a decir ignorando a Manel- sé que por la noche no podemos hacerle daño, creedme lo he intentado, pero si aguantamos hasta que sea de día será vulnerable.

-¿Cómo puedes saber tanto?- pregunta Manel.

-¿Cómo podéis saber vosotros tan poco?- le devuelve la pregunta algo irritado por su actitud.

-Solo intento saciar mi curiosidad, no sé si eres de fiar.

-Os he salvado la vida, imbécil- dice enfadado.

-Te brillan los ojos, igual que a él.- responde Manel acercando su cara a la del chico.

-Me brillan porque así puedo saber si está cerca.

-¿Y está cerca?- pregunto algo preocupado.

-Viene hacia aquí- responde, para luego añadir algo preocupado- y está enfadado.

Dani.

No sé muy bien que pensar de estos chicos; uno está convencido de que trabajo con Netral y el otro parece más preocupado de conocer los detalles de mi vida que de pensar un plan.

-A ver no tenemos tiempo para discutir bobadas, decidme como os llamáis y que sabéis hacer.

-Héctor, el Corredor para la gente a la que ayudo- responde el curioso. Un chaval particular, no parece una persona que se tome nada en serio a menos que sea absolutamente necesario. Por otra parte no parece agobiado por las circunstancias, se ve que puede trabajar bajo presión. Tiene el cuerpo esbelto, algo trabajado el pelo castaño y los ojos marrón café; lleva puesta una camiseta gris, unos vaqueros azules y unas zapatillas para correr. Me giro hacia el otro chico y le digo preocupado:

-No me digas que tiene complejo de superhéroe.

-Incluso tiene un antifaz- dice riéndose como lo hace la gente que se ríe porque sabe que no va a poder cambiar algo.

Ascua (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora