Ascua (editando)

Capitulo: 18

Capitulo: 18

Manel.

Ah, esto duele. No recuerdo bien que ha pasado. Solo veo fragmentos. Un atraco. Netral. Un chico misterioso. Una pelea con Netral. Una pelea que íbamos perdiendo cuando me noqueo. Oh no, ¿estoy muerto? No, no puedo estar muerto. Si estuviera muerto no me dolería la mano ni la cabeza. Abro los ojos y veo a Héctor tumbado a mi lado. Miro a mi alrededor y veo a Dani haciendo flexiones. Me levanto con dificultad y me miro la mano. Está... enrojecida, solo enrojecida. Esto no tiene sentido, estoy seguro de que le pegue un puñetazo a Netral en mi forma normal y que me la destroce.

-Te curas rápido- dice Dani mientras se levanta y camina hacia mí- Cuando Netral se fue te hice volverte de acero, las esferas que te forman cuando estas en ese estado se movieron solas, tu mano se curo y te volviste normal.

-¿Netral se fue?- pregunto atónito.

-Él disfruta cazándonos y puede localizarnos siempre que quiera, seguramente no quiere que el juego termine tan pronto.

-¿Juego?

-Eso es esto para él.

-¿Matarnos es un juego para él?

-Un juego que va ganando.

-¿Y como remontamos?- pregunto desesperado.

La respuesta de Dani llega en forma de puñetazo a mi mandíbula y caigo al suelo.

-¿Se puede saber que haces?

-Te estoy entrenando así que levántate, coge tus guantes y demuestra que puedes ganar una pelea como una persona normal.

Saco los guantes de mi bolsillo trasero y me los pongo mientras avanzo hacia Dani. Le lanzo un puñetazo y él se hace a un lado, intento golpearle de nuevo y vuelve a esquivar el golpe agachándose. No tengo oportunidad de intentar golpear de nuevo porque un rodillazo en el estomago me deja en el suelo. Dani me dice que me levante. Apoyo mi mano derecha en el suelo y consigo levantarme. Levanto la mirada y el puño de Dani me rompe la nariz. Vuelvo a caer al suelo con las manos en la cara y conteniendo las lagrimas. Oigo suspirar a Dani y noto como me agarra del pelo. Me hace levantarme y me lleva hasta un muro a la vez que me quita un guante. Hace que mi mano toque el muro y cambio. Cuando el cambio se finaliza estoy hecho de pequeñas esferas de hormigón y el dolor ha desaparecido. Dani saca su móvil del bolsillo y lo pone delante de mi cara para que vea en el reflejo de la pantalla como las esferas de la nariz se mueven hasta recuperar su forma normal. La sorpresa es tan enorme que vuelvo a la normalidad y me sorprendo aun más cuando veo que la nariz sigue estando bien, algo enrojecida y dolorida pero bien.

-Cuando cambias no sientes el dolor de las heridas hechas antes del cambio, además que te curas mucho más rápido.

-¿Me has roto la nariz para enseñarme eso?

-No, claro que no. Te he roto la nariz para demostrarte que perderás.

-¿Cómo?- pregunto confuso y enfadado.

-Piensalo ¿Por qué ganas tus peleas esencialmente? Ganas porque eres más duro, más fuerte. Pero si te encuentras con alguien tan duro  fuerte como tú pierdes. Y eso es un hecho. Netral lo demostró ayer y yo te lo vuelvo a demostrar ahora. Por eso voy a enseñarte a pelear de verdad ¿Estas de acuerdo?

Una ola de emociones me inunda mientras Dani habla. Todo lo que dice es cierto, solo gano porque soy intocable pero si pierdo eso estoy indefenso.

-Calla y vamos con la revancha- digo sonriendo por tener un nuevo objetivo.

Héctor.

Abro los ojos cuando escucho un grito. Me incorporo a toda velocidad y veo a Dani de pie al lado de Manel. El primero tiene varias manchas de sangre en la cara y la camiseta. El segundo está en el suelo gritando de dolor y con el brazo doblado en un ángulo antinatural.

-¿Qué narices pasa aquí?- pregunto con un grito.

Dani se vuelve hacia mí como si no pasara nada y dice.

-Te has despertado, genial ¿Cómo te encuentras?

-¿Qué como me encuentro? Explícame ahora mismo por que tienes sangre de mi amigo en la cara y por que le has roto el brazo.

-Ah, eso. Es largo de contar, le estoy enseñando a pelear sin ventaja. – me responde acercándose a mí, me da una palmada en el hombro y se vuelve hacia Manel diciéndole- Ya puedes curarte, vamos a hacer un descanso.

Netral.

-Ya está, he plantado la semilla del caos. Solo es cuestión de tiempo que Dani pierda la cabeza intentando encontrar la manera de darle la vuelta a la situación.

-No deberías subestimar a alguien como el Hijo del Fuego.

-¿Quién?

-Así le llaman.

-Tampoco es para tanto.

-Llevamos doce años intentando cazarle, a la mayoría los capturamos en los primeros meses después de que su poder se active.

-Cierto, ni siquiera usted puede cazarlo ¿verdad? Me he informado y dicen que usted es el que lleva tantos años detrás de él. Tal vez tenga que dejar ya el negoci... - la mano sombría me agarra la garganta y no puedo acabar la frase.

-Te envié a ti a cazarlos porque pensé que eras inteligente, tu grosería hacia mi persona me hace replantearme esa conclusión- me dice apretando con fuerza mi cuello- No quiero mas tonterías, la forma que has tomado se consume demasiado rápido y se te acaba el tiempo. Tienes una oportunidad única para cazarlos ¿no lo entiendes? Puedes jugar con sus vidas, manipularlos. Esa es una ventaja que viene muy bien con alguien como el Hijo del Fuego, no la desaproveches.

-Sabe de sobra que yo no desaprovecho oportunidades.

No la veo pero noto como la presencia que supervisa mi presencia aquí coincide con esa afirmación y finalmente desaparece sin despedirse.

Me levanto de la cama y giro sobre mi mismo, el cuarto de invitados de esta casa es impresionante. La cama es enorme y muy cómoda, hay un armario y un baúl para que deje "mis cosas" y un teléfono con el que llamar al servicio para cualquier cosa que necesite. Estoy de pie, pensando en los derroches humanos y entonces llega el dolor. Abarca todos los rincones de mi cuerpo, es una sensación espantosa, siento como si me estuvieran marcando con un hierro al rojo por todas partes. Caigo al suelo y entonces noto como mi mente se mezcla con los recuerdos robados a David. Se me nubla el pensamiento ¿Qué soy? ¿Quién soy? Soy David. Soy Netral. Soy los dos. No soy ninguno. Y el dolor igual de rápido que vino se va. El viejo tenía razón, esta forma se esta consumiendo muy rápido. Tengo que acelerar el plan. Me acerco a la cama y recojo el móvil de David, llamo a sus dos mejores amigos y les digo que vengan ahora mismo. Esperaba no tener que hacer esto, pero no voy a poder encargarme de los tres mutantes yo solo.

La puerta se abre y los dos amigos de David entran con cara de preocupación, al verme la preocupación se vuelve confusión y cuando sonrió y ven el filo negro de mi cuchillo la confusión se vuelve miedo. No pienso dejar que el miedo se convierta en ira así que doy un salto hacia delante y hundo el cuchillo en el corazón de uno y al momento siguiente en el del otro. Los dos caen de rodillas, pero sin ninguna herida abierta ni rastro de sangre. Sonrió y sus pupilas se vuelven moradas a la vez que las mías. Ahora son míos.