Capitulo: 19
Dani.
El puño me golpea en el abdomen y me veo obligado a retroceder. Manel está resultando ser un buen alumno. En este extraño y tranquilo mes ha aprendido bastante. Avanza confiado al verme retroceder y me lanza un puñetazo directo a la mandíbula. Me agacho para esquivarlo y me coloco detrás de él, rápidamente le golpeo cuatro veces consecutivas en la zona de los riñones, alternando los puños después de cada golpe. Manel suelta un quejido y se gira intentando darme un puñetazo de nuevo. Lo bloqueo con la mano derecha y acto seguido le doy una patada en el estomago que lo deja de rodillas. Intenta levantarse y le doy un puñetazo en la frente que lo deja inconsciente. Al ver a su amigo caer, Héctor suspira y me dice con tono de reproche:
-¿De verdad es completamente imprescindible que lo dejes inconsciente cada vez que entrenáis?
-A mí me entrenaron así y el resultado es altamente satisfactorio. Vamos, levántate, te toca a ti.
Héctor
Si hay que admitir algo sobre Dani es que es un buen líder. Y que los entrenamientos que ha diseñado para mí son mucho más divertidos que los de Manel.
Dani saca a mi desafortunado e inconsciente amigo del edificio y cuando vuelve a entrar ya estoy al otro lado de la nave con el antifaz puesto. Al verme a lo lejos suspira mientras prepara su pistola y me pregunta gritando para que lo oiga:
-¿De verdad es necesario que te pongas eso?
-La verdad es que me gustan más las capuchas, intenté llevar una durante un tiempo, pero se me caía al correr y es por eso que el antifaz me conviene más.
-Lo que tú digas ¿Listo?
-Cuando quieras.
-Uno...
-Dos...
-¡Tres!
Al decir el último número empezamos a correr el uno hacia el otro tan rápido como podemos. Dani levanta su arma y dispara hacia mí tres veces. Esquivo las balas con relativa facilidad y acelero para situarme detrás de Dani. Al notar lo que hago se gira lanzando una patada al lugar en el que tenía pensado pararme. Freno un poco para evitar el golpe, me agacho y agarro a Dani del tobillo que le queda apoyado en el suelo para dar un tirón hacia arriba y derribarlo. Pero en vez de eso Dani gira sobre si mismo y aterriza de pie. Se da la vuelta e intenta golpearme con la culata del arma. Detengo el golpe agarrándole el brazo y entonces su puño izquierdo me golpea en la nariz. Retrocedo llevándome las manos a la cara y recibo una patada en el pecho que me hace caer al suelo.
-Has perdido... otra vez.- dice mirándome decepcionado y frustrado.
-¡Me acabas de romper la nariz!- digo enfadado.
-Sí y no por primera vez ¿Qué tengo que romperte para que te tomes el entrenamiento en serio?
-No me hables así- le digo con la voz cargada de rabia.
-¿O que? ¿Me harás daño? ¿Cómo? Si no puedes tumbarme ni cuando peleo como una persona normal.- dice avanzando hacia mí.
-¡Quietos!- grita Manel dirigiéndose hacia nosotros con cara de mosqueo.
Dani retrocede y se dirige hacia su portátil con cara de mosqueo. Manel me agarra del brazo y me lleva hacia la mini-nevera que Dani compró al poco de empezar a entrenarnos. La abre y coge una de las bolsas con hielo que la llenan casi exclusivamente. Nos sentamos y me pregunta:
-¿Hace cuanto te la ha roto?
-Menos de un minuto- respondo molesto.
-La tienes un poco torcida, voy a tener que recolocártela antes de que empiece a curarse, ha sido una suerte, si hubiera pasado mas tiempo tendría que volver a rompértela.
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Ascua (editando)
Ciencia FicciónFuego. La mayoria de la gente piensa en hogueras o algo por el estilo cuando oyen esa palabra. Hay quien tiene miedo del fuego, hay quien se gana la vida apagandolo y hay quien ha quedado marcado por el de por vida. Yo me incluyo en el tercer grupo...