Becky Lynch

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"Todo lo que necesitas es amor... 

Pero un poco de chocolate de vez en cuando no duele."

Miré el hermoso cielo arriba de mi cabeza, recién había salido de entrenar, y al ver esto era como un hermoso masaje a mis ojos cansados. Llegue al auto con la intención de irme a mi casa con el objetivo de llegar y bañarme, para después dormir un rato. La noche anterior no fue la mejor y lo único que necesitaba en estos momentos era una siesta, para así poder cambiar todas estas sensaciones que nuevamente estaban aflorando. un pequeño escalofrío se apegó a mí, como una especie de abrazo a toda mi columna, incomodando, extraño, confuso. una mano agarro mi antebrazo, haciendo que me dé la vuelta para que le vea la cara.

Era Bayley, mujer la cual la noche anterior me había rota mi pobre corazón, que ahora en estos momentos estaba queriendo salir de su órbita con el simple tacto de sus dedos en mi piel, pero no se lo haría saber, ya había demasiados problemas entre nosotras como para agregar otro más, y ese problema era yo. La mire y una pizca de alegría se había fundido en mi.

- Bayley - su nombre había salido de mi boca con algo de pesadez.

- (t/n) - hablo, pero mi nombre lo había dicho algo raro - se que lo que dije anoche no estuvo bien, que debería de haber reaccionado de otra manera, pero me fue inevitable, no lo pensé, te rechace y se que tus sentimientos son genuinos, pero no puedo verte de esa manera, para mi eres mi amiga, en alguien en la que pueda confiar, lo siento mucho, te herí y lo se , pido disculpas por eso, odio hacerte mal - y lo estaba haciendo con estas palabras consoladoras, realmente lo que me había dicho anoche me había abierto una herida que jamas crei volver a sanar - yo...

- esta bien, Bayley, lo entiendo, yo también debí de elegir un momento apropiado para poder decirte las cosas y no decir todo lo que había estado pasando dentro de mí en una palabra, yo tambien lo siento, no debí de decirte todas estas cosas y se  que incomodaste, lamento mucho haberlo hecho - le sonreí, pero no era verdad quería que todo volviera a lo que antes era, pero iba a ser imposible. Alguien la llamó y se dio la vuelta, dijo una cosas y se dio nuevamente la vuelta mirándome. Me sonrió de vuelta y me abrazo por los hombros, el cual se sentía bastante forzado, no sentía que lo quisiera hacer, así que me separe a los segundos, sonrió de lado y se fue.

Suspire y me apoye en el auto, para después sentir como todas esas sensaciones vividas en todo este tiempo se iba esfumando de a poco, una por una, como si de humo se tratasen. Baje la cabeza, no podría conducir así hasta mi casa.

- toma - en frente de mis ojos vi una caja - se que te gusta más lo salado y lo que ahora más necesitas es amor y no esto, pero un poco de dulce chocolate no le hace mal a nadie - subí mi vista y era Becky, le sonreí y agarré la caja, que al abrirla estaba llena de chocolates de todos los tamaños .

- gracias - saque un chocolate y lo comí, le pase la caja y sacó uno también - están ricos, solo que algo salados por todas la lágrimas que habían salido y mezclado.

- de nada, traje pañuelos pero no sabía si ibas a llorar así que los traje por las dudas - Becky rio un poco, sabía que solamente quería levantarme el animo, como lo ha estado haciendo desde la otra noche. Me paso los pañuelos y saque uno de ellos para limpiarme los ojos - sabes, ya encontraras a alguien que te ame como lo mereces - paso uno de sus brazos por mis hombros y me atrajo a ella, dándome un apretón, queriendo de esa manera que me juntara de nuevo.

- si me sigues apretando voy a explotar - rei y ella igual, se separó y deje la caja en el asiento trasero del auto, en donde también había dejado mis cosas.

-¿quieres ir a pelear? - la mire sin entender - se que no te gusta el crossfit, asi qe te invito a que nos subamos a el ring y pasemos un lindo momento - lo pensé unos segundos - ¿que pensas?

- esta bien - subí mis hombros - vamos - agarre mis vendas y camine hasta estar devuelta dentro del gimnasio - vamos ¿o tienes miedo de que te gane? - bromee y me siguió .

Había logrado sacarme los demonios con una simple caja de chocolates y lo agradezco, podía sentir como ellos estaban empezando a comerme la cabeza, necesitaba un respiro y ella logro darmelo, lástima que esté con Rollins, que es un buen hombre y digamos que estoy feliz por ella, pero después de todo ha sido capaz de no juzgarme, no como todas aquellas personas que estuvieron mirándome como un bicho raro después de confesarme a Bayley.

Mis inseguridades volvieron a presentarse una vez que cruce la puerta que anteriormente ya había cruzado para irme, me mantuve estática allí, las miradas se penetraban en  mi persona, era de saber que todos lo sabrían en algún momento pero no que seria tan rapido. Becky se paró a  mi lado y todos dieron vuelta su caras, las cuales tendría que ver el resto de mi contrato, caminó hasta el ring, la seguí, que estaba desocupado, nos subimos arriba y Rollins apareció. 

- hola (t/n) - me sonrió con una sonrisa que respondí y a Becky con un beso - ¿que harán? - nos miró a las dos 

- pelearemos - afirmó ella y lo miró con una sonrisa — ¿quieres ser el árbitro?

— si — saltó y caminó hasta una mochila que estaba algo lejos. — esperé mucho tiempo para esto — rió y se colocó una camiseta que era a rayas blancas y negra con el símbolo de la WWE en una esquina.

Hizo tocar la campana con alguien de allí y la lucha comenzó.

(...)

Había ganado la lucha, llevándome una palmada en la espalda del mismísimo Stond Cold, hombre que se encontraba allí para arreglar unas cosas, y al ver que estaba peleando con Becky, se quedó a ver como terminaba, y una sonrisa por parte de algunos de allí, lo que en parte hizo que mi alma tuviera un poco de alivio, hasta el momento solo podía obtener rechazo, o era lo que sentía, pero después entendí que solamente era asombro de todos allí, ya que no ando divulgando mi vida privada como si nada.

— buena partida — Becky apareció desde el montonero de gente que rodeaba a Steve Austin.— deberíamos repetirla — asentí.

— gracias Becky — sentí la necesidad de poder devolverle un poco de lo que ella ha estado haciendo por mi en las últimas horas, había logrado que considerablemente subiera un poco más mi autoestima y felicidad.

— ¿Por qué? — me miró confundida.

— por todo — le sonreí — me ayudaste cuando más lo necesitaba, y ni siquiera somos tan cercanas para que lo hicieras, y así aún lo hiciste, y agradezco que hayas tenido la gentileza de poder acercarte a un ser tan diferente como lo soy yo — estaba abriéndome una vez más, pero esta vez solo como forma de agradecimiento.

— esa noche no lo pude creer, para serte sincera, no lo creía, pero al ver como Bayley te trató, de una manera que jamás creí que sería capaz de tratar a nadie, me dio una impotencia, fuiste expuesta, y eso me hizo peor, debió de ser horrible estar allí, lo logro concebir lo que se habrá sentido aquello, dicen que el chocolate cura, así como el alcohol cura heridas, por eso los chocolates, y por eso te digo, ahora, que confíes en mí si en algún momento ocurre algo parecido, El Hombre los pisará y dejarán de hablar, no quiero que nada te ocurra, te veo con una pequeña hermana — reí, en realidad tenía un año y medio más que ella — así seas mayor, siempre estaré para ti — la abracé, sus palabras habían hecho que vea en ella una figura de ayuda, y ahora lo tenía más que claro.

— gracias. — me separé del abrazo y le sonreí.

Al final, había conseguido una caja de chocolates y una amiga, aunque también un corazón roto y heridas que sanar, pero de eso se iba a encargar la almohada.

𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭 / 𝐖𝐖𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora