Ricochet

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Miraba por el gran ventanal de mi habitación, hacía el exterior, esperando que el sueño, que todas las noches me perseguía, ocurriera. Pero sabía que eso sería imposible, las cosas habían ido tan deprisa que podía entender, después de mucho tiempo, que las cosas no hiban a buen puerto de todas formas. Sabía, en lo más profundo de mi cabeza, que todo lo que estaba haciendo estaba mal. Y ahora, heme aquí esperando la llegada de él, sabiendo que jamás sucedería.

Me digne a levantarme de allí y vestirme decentemente, hacía semanas que no encontraba las ganas para poder salir de aquí.

Bajé las escaleras, ahora estaba algo más alegre que otras ocasiones, me senté en la isla a almorzar y salí a la calle, para perderme en ellas y encontrar un lugar en el que pudiera estar, y que no sea un bar de mala muerte, en el que me sentiría a gusto sabiendo que se parecería a mi habitación.

Me senté en unas bancas del parque, mirando como los niños corrían de un lado a otro, jugando con chicos que seguramente se olviden de su existencia al salir allí y pidiendo a sus padres que le compren helados que no terminarían.

Saqué de mi mochila, con la que siempre salía a todas partes, un libro, libro que por alguna extraña razón había dejado de leer cuándo Josh había entrado en mi vida, libro que desde el punto en que estaba ahora lo comprendía completamente, libro que parecía que estaba relatando mi vida, libro que me vi obligada a comenzar nuevamente porque ya no sabía qué era lo que había pasado entre sus páginas, libro que me cautivó como lo había hecho anteriormente.

Alguien se sentó a mi lado, su mirada estaba en mi libro, o eso creía. Lo miré y comprobé que en realidad me estaba mirando a mí. Sus cara era meramente conocida, la había visto en algún lugar, pero no sabía exactamente en dónde.

— hola — pronuncié después de unos segundos, mientras sostenemos la mirada.

— hola — mostró una linda sonrisa.

— un gusto, soy (t/n) — dije con un pequeña sonrisa en mi cara. Todas mis inseguridades, que habia creido que ya no estaban después de salir de mi casa y decidirme en dejar todo el pasado atrás, volvieron dándome ese sentimiento de nervios mezclado con alegría por encontrar a alguien en el parque, aunque no lo conocía, pero no estaba sola y esa era mi alegría. 

— Trevor — me tendió la mano y la agarre aún con la sonrisa — ¿vines seguido por aquí? — solté el agarre y coloqué mi mano en el libro.

— no muy seguido, solo cuando quiero estar lejos de mi cueva por unas horas — me encogí de hombros y el río — ¿tú, eres de por aquí? Te veo cara conocida.

— la verdad que vivo aquí, pero no vengo muy seguido por mi trabajo, trabajo en la WWE, debes de haberme visto en la televisión — al decir aquello las peleas de los lunes que veía Josh en mi casa me refrescaron la memoria.

— si, mi nov... mi ex novio — corregí lo que había dicho — los miraba mucho en la televisión, y debo de decir que me gustó — le sonreí.

— me alegra, ¿que haces? — le mostré mi libro y asintió — si quieres puedo irme así lo terminas — negué

— no, no es necesario, la verdad que hace mucho tiempo estoy sola y no me vendría mal charlar con alguien — reí y el igual. Debía de confesar que su sonrisa me gustaba mucho al igual que sus ojos brillantes. — pero si quieres, si tienes algo mejor que hacer...

— no, es que cuando llegue te veía tan concentrada que no quería molestar — asentí a lo que había dicho y cerré mi libro, para prestarle una mejor atención. 

— ¿quieres tomar un café? —le pregunté después de unos minutos de silencio en el que nos habíamos sumergido.

Trevor acepto, nos dirigimos a una cafetería cerca de allí y pedimos un café simple junto a una rebanada de pastel de chocolate, hizo el chiste de que ese era su "permitido". Repetimos el mismo pedido dos veces más. 

Podía decir que esa tarde había salido mejor de lo planeado, Trevor contaba miles de anécdotas que sucedieron mientras viajaba con sus compañeros de lucha y yo trataba de poder contar algunas de ellas, pero solo se me venían a la mente todas las veces que hicimos cosas junto a Josh y la verdad que no tenía ganas de recordarlo. 

— así que Josh es tu ex —había decidido contarle lo que había ocurrido con èl en las últimas semanas atrás a lo que Trevor asentía a medida que le relato pasaba — no se que decir, pero la verdad que ha de tener mucha mala suerte a perderte. Y que te mereces algo mejor que un... — sabía que estaba reprimiendo una blasfemia — que un hombre como él, alguien que se de cuenta de la maravillosa mujer que tiene enfrente y disfrute de su belleza, alguien que te diga lo afortunado que es de tenerte en su vida y te haga parte de ella, sin esconderte de nada y nadie — con aquello había logrado que me sonrojara mas de lo normal.

— gracias —dije después de haber estado unos segundos callada esperando a que los nervios se me bajaran. Estaba tan acostumbrada a la idea de que solo estaba con Josh que al conocer gente nueva la timidez que quería ocultar salía a flote.

— no es nada — hablo con una sonrisa.






𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭 / 𝐖𝐖𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora