Sheamus

481 17 0
                                    

Hacia ya bastante tiempo que la suerte no estaba jugando a mi favor, lo podía sentir, las miles de veces que me traicionaron, que sufrí la pérdida de alguien o que el amor de podía dar no fuera suficiente. Pero haberlo encontrado, o mejor dicho, que me lo presentarán, había sido una de las mejores decisiones que había tenido.

Con el tiempo sabía que con él podría no pasar lo mismo, tenía una esperanza atrapada en mi corazón y se rehusaba a soltarla. Sheamus era aquél hombre, venimos de una relación de dos años, en la que sentía que jamás se terminaría, primera vez que lo había sentido.

Becky, había sido cómplice de aquello, de que nos conociéramos, primeramente me negaba rotundamente a confiar en alguien más y ella logró que sucediera, me había dado las razones necesarias para que lo hiciera, y lo consiguió.

Tuvimos altibajos como toda relación y siempre logramos salir de todas aquellas situaciones. Ahora, nos sentíamos capaces de poder dar el siguiente paso, paso el cual también nos daba un poco de temor.

La empresa no nos daba el tiempo suficiente para poder concretarlo, para que alguno de los dos lo hiciera, porque en algún momento me planteé yo dar ese paso, pedirle yo su mano, era algo descabellado, ya que por la sociedad en la que estamos supuestamente el hombre debía de pedir la mano de la mujer, pero eso entre nosotros no era un impedimento.

Llegué a Raw, tenía un combate contra Sonya, el que pensaba ganar, así podría obtener una oportunidad por el título, que desgraciadamente Nia me había sacado.

Pasando por los pasillos siento unas manos en mis ojos, frene el paso y coloqué mis manos arriba de las otras.

—¿quien soy? — las manos eran más grandes de lo que pensaba. Sentía que las conocía. Sheamus. Me di la vuelta y lo abracé. Supuestamente estaría en otra ciudad haciendo alguna promoción. Me di la vuelta y lo abracé con todas mis, pasó sus manos por mi cintura y me atrajo más a él.

— amor, ¿qué haces aquí? — me separé un poco y lo miré a los ojos. Me di un beso y sonreí.

— tenía que hablar contigo sobre algo, es importante. — nos separamos y agarró mis manos.

— dime — hablé con algo de miedo, ya había pasado por ciertas situaciones iguales y nada bueno había salido.

— hace ya unos meses hemos estado hablado sobre el tema, de lo que nos gustaría hacer para aquel momento y como el tiempo no nos era de ayuda para concretarlo. — asentí, creo saber a lo que se refería — y por eso estoy aquí, te quiero decir y expresar todas las cosas que vivimos con palabras pero no las podría explicar, sería estúpido ya que no existe palabra alguna para explicar lo sentido durante tanto tiempo. — se arrodilló enfrente mío, las manos me comenzaron a sudar y el las soltó para sacar algo de su chaqueta. — por lo que prefiero que veas con esta simple propuesta y gesto lo cuanto te amo, no representa ni un cuarto de todo lo que  has logrado en mi — sacó una cajita y la puse enfrente mío y la abrió dando a relucir el anillo dentro — pero valdrá la pena para hacerte saber que eres la única mujer en la tierra con la que pasaré el resto de mi tiempo, (t/n), ¿quieres de mi esposa? — habló pausadamente y pacientemente, suspiró al decirlo, sabía que le estaba costando tanto a él como a mí.

El momento al fin había llegado.

Me quedé paralizada al ver aquella escena, no sabía qué hacer, qué decir o cómo actuar. Simplemente me había quedado parada enfrente suyo, sabiendo que él esperaba una respuesta de mi parte. Las palabras no salían y me sentía una tonta.

Lo miré a sus ojos, el sonrió y yo igual. Todo lo que habíamos vivido estaba pasando por mi mente, como pequeños flashes, dándome la respuesta que necesitaba, diciéndome con aquellas imágenes que debía de decir lo siguiente y que así finalmente, después d navegar por mares de alegría, llegaría a ser feliz para siempre.

— si — contesté y él se paró, y colocó el anillo alrededor de mi dedo anular. Me sonrió y me dio un pequeño beso para sellar nuestro compromiso.

— te amo — dijo y una pequeña lágrima bajó de mi mejilla, una lágrima que denotaba felicidad pura.

— te amo — le dije y nos volvimos a unir en un beso.

Sentí los aplausos de todos allí, había olvidado por completo que estábamos en medio de un pasillo en la empresa, en la cual transitaban la mayoría de las estrellas para llegar a sus camerinos.

Sonreí un poco más y escondí mi cara en el pecho de Sheamus que largo una risa y me apretó a él.

--------
Espero te guste cielo HowDidWeEndUpHere.

Si quieren alguno sobre su luchador o luchadora, solo díganme, esperaré con ansias para poder relatarlo.

❣️

𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭 / 𝐖𝐖𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora