Jey Uso

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Una noche más en aquel bar de mala muerte, sentada en la silla de siempre, sintiendo una constante mirada a mis espaldas. Era algo obvio que habría de tener gente que me miraba, ya que era la única mujer de aquel lugar, se podría decir que transcurría a ese lugar más de lo que me gustaría y tenía varios "amigos" que estaban pendiente de que no hiciera alguna estupidez, uno de ellos es el cantinero, Henry, que trata de que no tome tanto.

Pero hiba a ser imposible que esta noche no salga de aqui con un grado más que alcohol que ayer. Había terminado con mi novio, estuvimos juntos por un par de meses, pero por su trabajo y la falta de atencion, sumando a que venía aquí a descargarme, de alguna manera, de todos los problemas que tenía y no estaba al 100% en la relación. Lo que entendía, a mi tampoco me gustaría estar con alguien como yo.

La puerta sonó, indicando que alguien más había entrado al local. Di vuelta mi cabeza para mirar en dirección a la entrada y me encontré con un hombre algo alto, moreno y mosculoso, que caminaba a la barra, cerca de donde estaba para pedir un trago.

No quería desperdiciar mi oportunidad y poder tener una noche más completa, junto a aquel bombón. Me senté a su lado, llamando su atención, me dedico una sonrisa mostrando sus dientes, lo que me dio más valor.

— ¿que hace un hombre como tu en un lugar como éste? — le pregunté sensual, pero era más en broma.

— eso debería de preguntarlo yo. — el rió y me miró a los ojos. Algo en él se me hacía conocido. Pero no sabía el qué.

— gracioso, ¿que te parece si salimos de aquí y nos vamos? — le guiñe un ojo y el rió.

— estas borracha, lo que menos quiero es una denuncia el próximo día. — dijo el mientras  negaba

— ¿Quién dijo que estaba borracha? Estoy en todos mis sentidos — dije segura, pero también veía un poco borroso.

— por favor, seguro no te puedes mantener de pié. — lo miré algo enojada y ya cansada de sus vueltas, no le rogaría para que se de un revolcon.

Me pare y caminé rápidamente hasta la salida, mientras rodaba los ojos y sacara las llaves del auto de unos de mis bolsillos.

Sentí una mano en mi cintura y era aquel hombre.

— ¿ya te decidiste? — dije con una sonrisa y el rió.

— la verdad que después de verte caminar no me pude sesistir. — largué una pequeña risita y entré al auto. Con la cabeza le indiqué que entrará y así lo hizo.

— ¿Dónde vamos? — preguntó una vez que encendí el auto y nos pusimos en marcha.

— a mi casa, es más seguro y limpio que un motel — dije y asintió, colocó una de sus manos en mi pierna y la apretaba, con eso logró que un escalofrío me invadiera.

Al llegar a mi bellísimas hogar, más bien lugar en donde pasaba el menor tiempo, abrí la puerta de la casa sintiendo la humanidad de aquél hombre en mi espalda. Entramos y le ofrecí un trago, para pasar mejor el rato y disfrutar de la noche.

Algunos tragos después y mucha ropa en el suelo.

Me levante de mi cama, era muy tarde en la mañana, lo sabía ya que no están mis vecinos y no escuchaba ruido de los niños en la calle, o en el patio de atrás, pasé una mano por mi cara y me di la vuelta para ver si el pequeño recuerdo de aquel hombre era verdadero, él no estaba allí, pero en su defecto había j a carta, más bien una hoja doblada.


"La pasé muy bien anoche, espero que algún día nos encontremos nuevamente y lo repitamos."

JEY

Bueno, por lo menos ahora sabia el nombre. Me levanté con algo de pereza y empecé a recoger mis cosas y dejarlas en la ropa sucia para después lavarla. Entré en el baño y me di una ducha larga, para así poder sacar el estrés y relajarme unos minutos.

(...)

— debes de hacerte unos estudios Sthepanie, no puedes estar así siempre, pareces que en cualquier momento vas a vómitar y me da pena no poder hacer nada por ti — habló mi amiga, Alice, del otro lado de la puerta del baño en donde trabajábamos, como diseñadoras.

— ya me lo haz dicho miles de veces, pero sabes que no tengo tiempo. — me miró enojada y suspiró.

— pide unos días, seguro te lo dan y más si es algo importante como eso. — señaló y asentí, no muy convencida. Yo no quería perderme ni un solo día de trabajo, cada día era crucial para poder encontrar diseñadores más famosos para que te den trabajo y puedas aprender de ellos. — además, estas encerrada aquí día y noche, ya es momento en que te des un descanso. — suspiré y me apoyé en el lavamanos.

— está bien, hablaré con Fred esta tarde y le diré — ella sonrió y me abrazó.

— créeme, esos días te darán descanso y podrás seguir con tu proyecto que hace algunas semanas querías seguir y no podías por falta de creatividad, veras que todo estará bien — sonrió y yo igual, sabiendo que muy en el fondo estaba cansada de estar sentada en aquel escritorio obligándome a pensar en nuevos diseños.

— si, pero te voy a pedir algo. — la miré y ella asintió — quiero que me acompañes a hacer los estudios, no se lo que pueda salir.

— no creo que sea nada malo, tal vez es solo cansancio y estrés, nada más. — agitó su mano para no darle tanta importancia al tema.

(...)

—¿Co-cómo que-e estoy embarazada? — arrastré las palabras y miré al doctor sin creérmelo, él asintió mirándome. Imposible.

—¡Que bueno! Seré tía — dijo mi amiga muy emocionada, estaba tan emocionada que me abrazó y luego al doctor.

— si, señorita, usted tiene un embarazo de exactamente 3 semanas y media, felicitaciones. — me sonrió y como pude hice lo mismo. — le ordenare una cita con una ginecóloga, muy buena, para que empiecen con los estudios y vean el proceso del bebé. Asentí mientras aún estaba muy confundida con lo que acababa de pasar.

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GStephanieg pronto subo la segunda parte. ❣️

𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭 / 𝐖𝐖𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora