Rhea Riplay

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Le sonreí por quinta vez. Esta mujer me volvía loca en maneras insospechadas. Sentía muchas cosas por ella, que eran correspondida, pero sabía que algo estaba sucediendo.

Hunter nos llamó a todos, diciéndonos que la mayoría se había desempeñado mucho en estos últimos tiempos, por lo cual a cada uno nos quería dar un lugar a que avancemos.

— bueno, terminando la reunión les quiero desear suerte a todos — sonrió y se fue de allí dejándonos para que pensemos que haríamos.

Por mi parte aceptaría la propuesta, si no ganaba en aquella batalla me quedaría aquí, peor si la ganaba me iría sin dudarlo a alguna de las dos marcas.

Me acerqué a Ripley quien tenía una cara seria, siempre la tenía, pero esta vez además de serlo, parecía que estaba pensando.

— amor — la llamé, ella se volteó a mi con una sonrisa en los labios. — ¿estas pensando en la propuesta? — le pregunté y me senté a su lado.

— si... — suspiró y pasó una de sus manos por su cabello.

— estaría muy bueno que nos eligieran a las dos para estar allá — me acomodé en el asiento mientras me dedicaba a mirar un punto fijo a lo lejos.

— la verdad que no — la miré esperando una explicación — no quiero dejar NXT por ahora, a ti seguramente te irá muy bien, pero por ahora solo quiero permanecer aquí por algunos meses más — dijo y acomodó su título en su hombro mientras se paraba.

— pero...

— mira, corazón, la verdad que NXT es el lugar donde más eh desarrollado mis habilidades y se me haría difícil poder dejarlo aún, se que puedo dar más, pero me conformó con quedarme aquí. — dijo mirándome a los ojos. Agarro una de mis manos. No sabía lo que exactamente estaba sintiendo dentro mío, no sabía que era lo que me hacía fruncir tanto el ceño. Un tipo de frustración hacia sus palabras tenía, pero sabía que era más que aquello.

Tal vez era el hecho de que si yo me hiba a otra marca habria la posibilidad de que no nos veamos tanto colono o hacíamos aquí, tal vez la gira era mucho más que los sentimientos que teníamos una con la otra y pudiera que en algún momento se esfumaran, tal vez era la idea de perderla que nonme dejaba pensar.

Sabía que ella amaba este lugar, que ella tenía ams posibilidades de yo de ir a un roster principal, pero yo ya había ganado el campeonato por lo que podría ir también, la cosa era que no me quería alejar de ella. Pero tampoco podría obligarla a venir conmigo.

— si tu eres feliz aquí lo entiendo, pero piensa que si hay alguna posibilidad de irnos juntas al roster principal podrías ser compañeras de equipo y ganar los campeonatos de parejas. — apreté su mano, un reflejo que tenía.

— aquí también lo podemos hacer — me encogió de hombros. — no es necesario que nos vayamos a otra marca para poder tenerlos.

Estaba negada a pensar en ello. Rhea era muy aferrada a lo que pensaba y me costaba mucho hacerla entender que en el roster principal crecería más.

— (t/n), creo que debemos de terminar — y como balde de agua fría que cayó arriba mio, me tambaleó a lo que acababa de escuchar.

— Rhea, no es necesario.

— créeme, serás libre si no estamos juntas. Ya no pensarías en que debes de protegerme o en como va la relación, si es que ganas un lugar allá, ya no pensarías en alguien más — me senté algo confundida, mi cerebro hiba a mil por segundo y no podía pensar con claridad.

Con esfuerzo me levanté de allí y caminé lejos de ella, para salir del establecimiento e irme a mi casa. Las lágrimas no tardaron en salir y me sentía vacía. Había perdido a la persona que más quería.

(...)

La campana sonó tres veces, dando a decir que había ganado, le había ganado a la Reina Charlotte Flair, mis emociones desvordaban de mis manos. El referee alzó mi mano y sonreír feliz.

Había logrado mi objetivo, que era ganar la pelea para demostrar que era lo suficientemente buena para estar en Raw. Al llegar a backstage, me recibió Hunter con una sonrisa y me abrazó.

— felicitaciones, (t/n), ahora tienes una oportunidad para quedarte en el roster de Raw — Hunter palmeo mi espalda y se dio la vuelta. Sonreí con una sonrisa gigante y caminé hasta mi camerino, para darme una ligera ducha e irme a mi nueva casa.

Los malditos minutos pasaban tan rápido. Que en un solo abrir y cerrar de ojos eran las 5 de la madrugada. El tiempo pasaba muy rápido últimamente, y más a estas horas que las utilizaba para pensar. Ella aún está a fresca en todos mis pensamientos, los recuerdos me invadían de noche y se me complicaba conciliar el sueño. Me sentía patética al pensarla, ella había tomado una decisión por si misma, que no me incluía y estaba bien, había decidió lo que pensaba que le convenía mejor y no era parte de eso.

Muchas de las veces en las que estaba en estas situaciones. Cuando aún éramos pareja y las noches de insomnio a su lado eran más pasajeras. Solíamos escuchar música, aleatoria, mientras juntábamos nuestros cuerpos debajo de la sabana, haciendonos cariñitos una a la otra. Ella paraba mis pensamientos erróneos en fragmentos de segundo, inundandolos de ella, de su aroma, de sus gentiles palabras.

Pero ahora no estaría aquí, nunca más.

(...)

Habían pasado 2 años desde lo acurrido, pasaron muchas cosas entre medio, y entre ella, su casamiento.

Llegó a mi como una cachetada, seca y dura, logrando que somprendiera de alguna manera que ella ya me había superado y que yo debía de hacerlo igualmente, que no debía de estar estancada en una vieja relación. Ya nada sería lo mismo.

Hasta dos días antes de su boda. Me había invitado. Por cortesía creía. Pero una mañana, dos días antes de que se efectuará la ceremonia, llegó a mi casa, con su maquillaje corrido y muchas lágrimas en su cara.

La dejé pasar, con una expresión de confusión en mi cara. Ella, entre medio del llanto, se colgó de mis brazos y me rodeó con los suyos. Algo había pasado, pero no estaba aquí para ser cuestionada, ella quería un abrazo y yo le di el más afectuoso que tenia.

El abrazo que había guardado para cuando ella se acercara a mí. Ese abrazo que aún concervaba sentimientos muy profundos. Ese abrazo que no le pude dar cuando le gané en Wrestlemania a Becky. Ese abrazo que era de ella.

No se casó, uno varios problemas entre los dos y terminó con él, eligiendome.

— no sé cómo pude dejarte por él, no sé cómo me pude negar ser feliz por ti, no sé cómo pude dejarte ir — me besó, y en milésimas de segundos esos sentimientos muertos que me había costado noches enteras, surgieron.

𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭 / 𝐖𝐖𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora