Dairon
La tormenta es abrumadora. Puedo escuchar el molesto ruido de los relámpagos y ahora estoy empapado por la vigorosa lluvia.
Me rodillo frente a la tumba de mi madre y una lágrima se desliza por mi mejilla. La opresión invade mi pecho y el dolor es insoportable. Me siento tan hundido y desdichado en la soledad.
Extraño demasiado los cálidos besos de mi madre y escuchar su dulce voz de ángel. Extraño ver su sonrisa y sentirme refugiado entre sus brazos.
Vengo cada noche a visitar su tumba y lo único que puedo desear ahora es ir hacerle compañía donde quiera que esté, no importa si es en el cielo o en el infierno, sólo quiero estar ahí a su lado y seguir siendo su armadura.
Las horas pasaban. El sol comienza a salir y sus rayos comienzan a molestarme los ojos. No estoy muy acostumbrado a la luz porque ahora sólo me agrada permanecer en la oscuridad.
Una paloma blanca camina lentamente hacia mí y decido tomarla entre mis manos para acariciarla. Incocientemente, me doy cuenta que la pobre tiene una de sus alas rotas y por eso me dispongo ayudarla.
—Pobrecita —musito en voz baja—. No te preocupes. Te llevaré conmigo para curar tus lindas alas.
Le doy una ojeada a la tumba de mi madre antes de irme, dibujando una sonrisa triste en mis labios.
—Pronto estaremos juntos, madre.
Me marcho del reino de los lobos y me dirigo hacia el reino de los humanos. Ese reino es el único que me causa menos estragos en el corazón porque ahí no vi morir a mi familia.
Entro por el portón y me quedo mirando el despoblado pueblo. La última hada yo la asesiné y la raza de los duendes fue exterminada. Los humanos que vivieron aquí huyeron porque me temían debido a mi demencia.
Llego hacia el castillo y entro por una puerta secreta que descubrí hace unos meses. Decido subir a la habitación donde me estoy hospedando, ya que tengo guardado en la cómoda un remedio regenerador.
Subo y tomo el remedio, y lo receo con delicadeza en el ala rota de la paloma. Cuando termino de curar su ala, decido asomarme en el balcón y dejo que ella se vaya volando.
«Adiós pequeña. Vete lejos de este monstruo», murmuro para mí mismo en mis pensamientos.
Pasaron siete años de lo ocurrido aquel día. Siete años de agonía, soledad y odio hacia mí mismo.
No dejo de sentirme tan sucio e impuro.
¿Cómo pude matar a mis dos padres? ¿Cómo pude matar a mi tío Rhett? ¿Cómo pude matar a Jason? ¿Cómo pude devorar a la pequeña hada de mi madre? ¿Cómo pude asesinar a mi bisabuelo? Sé que se lo tenía merecido por todo el daño que le causo a mi madre y porque él fue quien planeo la guerra con el objetivo de destruir a mi madre.
Aquel mismo día asesiné a Lusi y a Jason. Ese día la demencia se apoderó de mi mente y no pude controlarme.
—Cachorrito... —Lusi observó mis manos con horror—. ¿Por qué tienes las manos manchada de sangre?
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Tres reinos en guerra 🍁Editando🍁
FantasyTres reinos con especies distintas; vampiros, lobos y seres humanos... Los vampiros son protegidos por sombras oscuras y demonios. A los lobos ningún ser los protegen, ya que son una manada y se protegen entre ellos mismos. Y los humanos son protegi...