Día tres: senderismo

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Aomine miro el paisaje frente a el con una sonrisa. El ruido de las cigarras los acompañaba durante su viaje, habían decidido escalar un monte pequeño para tener un pequeño día de campo y para recolectar información en su diario de viaje.

Desde que empezaron a salir, Kagami lo invitó a que le acompañara a hacer senderismo, y la verdad le gustaba mucho. Siempre recorrían cañones, cerros y montes. Era muy divertido, y se la pasaba  bien intentado catalogar distintos tipos de insectos y animales.

-Nos faltan 10 minutos para llegar al claro, el recorrido fue muy divertido-Kagami apuntó hacía el frente, mientras se acomodaba con la otra mano los cordones de la mochila.

- Si, realmente pude encontrar muchas especies de insectos hoy-Kagami se rió al escucharlo. Su novio siendo un biólogo estaba facinado con el estudio de los distintos animalitos de la montaña.

-Tu nunca has perdido el gusto por los bichos ¿no es así?

-Ya sabes como soy.

-Anda, hay que apresurarnos, tengo mucha hambre.

-Ok, le meto prisa.

Ambos siguieron caminando por el empinado sendero, con una sonrisa en sus labios, mientras se sujetaban de las manos. Aomine sospechaba que lo que más le gustaba del recorrido era que podía estar completamente a solas con Kagami.

Tinta y sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora