Día trece: Canción

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La voz suave inundaba la habitación, llenando por completo el espacio en un agradable sentimiento, las notas que alcanzaba y la letra eran cálidas y dulces.

Kagami había estado practicando como loco esa canción, desde que la idea había surgido en su mente no paro hasta componerla para poder cantarsela en su regreso a su esposo.

-Sólo falta arreglarla un poco más...-Miro su cuaderno lleno de apuntes, mientras que su voz era sustituida por el ruido del reloj en la pared, haciéndolo sentir ansioso y feliz.

Aomine había viajado para estar en unas conferencias por su trabajo como investigador en la Universidad de Tokio. Estaba feliz por el que pudo viajar fuera del país, pero lo extrañaba mucho.

Había estado ya una semana fuera de casa, y hacia mucho que no estaban tanto tiempo separados. Pero mañana regresaría a su lado, y al fin podría cantarle esa canción que con mucho cariño escribió para el.

Esa noche Kagami se desveló, y cuando al fin se fue a dormir, lo hizo con una sonrisa en el rostro.

...

Daiki estaba muy impaciente por llegar a casa, pues aunque se había mantenido en contacto con Taiga, aún extrañaba poder hablar de frente a frente con el.

Hubiera querido que lo acompañara en su viaje, pero no iba por placer, seguro aunque hubiesen ido juntos se hubiera aburrido allá, además, Taiga como maestro de música no podía obtener permisos largos de descanso. 

Cuando al fin pudo bajar del avión fue corriendo a por su maleta.

Ahí fuera lo esperaba un sonriente pelirrojo, con una guitarra en mano, Aomine se quedó estático, mientras la gente al rededor murmuraba sobre el hombre que al parecer iba a hacer un espectáculo en medio del aeropuerto.

Aomine se tapó la boca, intentando ocultar la felicidad que sentía al ver á si tonto esposo ahí, haciendo un alboroto por el.

-¡Quiero dedicarle está canción al atractivo moreno de allá, mi esposo, Aomine Daiki!-Los extranjeros y personaje locales le aplaudieron y gritaron de emoción, una escena muy poco común. El se quedó ahí parado, sin saber muy bien que hacer, más que poner una sonrisa enorme y tonta.

Recuerdo la primera vez que te vi
Algo se removió dentro de mi
A quien necesito para ser feliz
Es a ti

No se que viste en mi
Ni yo se por que me fijé en ti
El caso es que te amo
No, no puedo evitarlo

Miles de veces he visto está escena
Y aún me emocionó, doy mucha pena
Tu sonrisa y tus bellos ojos azul zafiro
Me enamoran cada vez más cuando los miro

Eres un tonto arrogante
Realmente un desafío andante
Pero eres a quien más he amado
Por eso, quédate a mi lado

Y juntos los dos por siempre
Nada me falta, me complementa tenerte
Ambos vivamos nuestro presente
Nuestro amor como fuego azul
Por la eternidad nos amaremos, tenlo en mente

No me importa lo que otros piensen
Te amo corazón
Sin ti falla mi respiración
Eres mi más bella y querida ilusión.

Cuando la guitarra dejo de sonar, fue puesta en el olvido, para que los brazos de Taiga recibieran a Daiki, quien corría hacía el, sintiéndose igual de dichoso y enamorado como la primera vez.

Tinta y sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora