Tinta y sentimientos

Día once: Mentira

Continuación del día 10

Aomine estaba que se le rompía el corazón. Su pequeño tigre ahora era un adulto, y como adulto que era ya debía entrar en el programa de intercambio y apareamiento de los zoológicos. Kagami ya había sido destinado a uno de los zoológicos más grandes, el de San Diego. Probablemente a finales de mes sería su partida.

Extrañaría ver al animal, y le dolía tener que despedirse de el, por lo que empezó a frecuentarlo menos para que no notará su tristeza.

Se encontraba ahora limpiando su jaula en silencio, mientras que Taiga lo observaba desde una roca que se encontraba por ahí.

El enorme felino estaba acostado, y se le veía algo desanimado. Ese día no había comido mucho tampoco. Tal vez debería llevarlo a que le revisará un veterinario. Se le acercó a Taiga y empezó a acariciar su exótico pelaje naranja, este era de un color tan fuerte y obscuro que casi parecía rojo.

- ¿Que pasó compañero? Hoy apenas y comiste- El tigre disfruto de las caricias, y se movió un poco para hacerle espacio a Aomine en la roca. El humano captó la señal, y se acostó al lado de el.

-Vaya bonita vista la de hoy, se ven mucho las estrellas, últimamente terminamos muy tarde  la jornada aquí. Seguro estas agotado después de tanta atención.

Ambos miraron al cielo, y entonces notaron algo en el firmamento.

-¡Mira Taiga! Es una estrella fugas, ¿pediste un deseo?- Quería quedarse con Aomine por siempre. Eso fue lo que pidió.

Miro al moreno y le puso encima de las piernas una pata.

- Yo si pedí un deseo, ¡pedí un aumento de sueldo! Realmente nos pagan poco para lo que hacemos-Taiga pudo detectar rápidamente la mentira, pero no hizo ningún ruido, sólo se acurruco un poco más con Aomine.

Aomine últimamente le estaba mintiendo mucho... Y se preguntaba si era por que ya no le quería.

Si supiera que Daiki había pedido lo mismo que el seguro no estaría tan triste.

Continuará...