Tinta y sentimientos

Día treintaiuno: Cementerio

Relacionado con el día 12

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El cielo estaba inusualmente claro ese día, casi parecía uno bueno. A excepción por que su esposa lloraba en silencio, mientras miraba el ataúd de su mejor amigo.

Aomine Daiki había partido 3 días antes, luego de que una bala perforara su pecho, todo culpa de un asaltante, que por los nervios terminó jalando el gatillo al verse intimidado por el avance del policía hacía el.

Tanto Daiki como Taiga habían muerto en acción, ahora la pareja estaría junta, en el mismo cementerio, una lápida al lado de la otra.

La foto alegre y sonriente de Aomine que llevaba Satsuki con ella, le traia buenos recuerdos, unos ya muy lejanos y que no volverían a repetirse, no en esa vida.

En medio de su dolor, Kuroko Tetsuya soltó lágrimas, y ya no aguantando más, lloró abiertamente al verse en las sombras, ambas de sus luces se habían extinguido. La foto de Kagami, con esa sonrisa de ojos cerrados y todos los dientes, parecía compadecerse de el. Las fotos de ellos le rompían el corazón.

Pero como si fuera una señal, dos pequeñas mariposas blancas se posaron encima de las flores que estaban en la tapa del ataúd.

El se limpio el rostro torpemente, y miro al hermoso cielo eterno, era el mismo cielo de su juventud.

Ahora ellos estaban juntos ahí.

Ambos ángeles lo miraron entre las nubes, esperando a su sombra, mientras eran dichosos en los brazos contrarios.

Puede que no estuvieran ahí presentes, pero estaban en sus corazones.