La crisis que se presentaba en la cocina de la residencia Aomine-Kagami era realmente estúpida, o al menos eso pensaba Daiki, pues no podía creer que su prometido estuviera llorando por un tonto pastel.
Desde que empezaron a salir nunca dudo de las habilidades en la cocina de Taiga, siempre disfrutaba de cualquier platillo que le sirviera y se aseguraba de demostrarle su gratitud con mimos o cumplidos.
Por lo que cuando le pidió de favor que hiciera un pastel para el hijo de su jefe en la estación de policía no creyó que sería un gran reto para su esposo que era realmente bueno horneando. Ademas, le pagarían buen dinero por el pastel.
-¡Tu dejamelo a mi!- Kagami le sonrió confiado.
Todo había salido relativamente bien, el pastel había quedado perfectamente balanceado y el relleno sabía exquisito.
El problema inicio cuando fue la hora de hacer el maldito glaseado.
Y no era cualquier tipo de glaseado, el niño había pedido específicamente uno de esos pasteles con colores galácticos y llamativos. Un pastel galáctico, eso era todo. Sonaba tan sencillo.
Empezó con Taiga quejándose de que la mezcla no le quedaba bien, pero fue todo progresivamente empeorando, le salieron grumos al glaseado, se le quedo pegado al sartén, los colores se veían raros y el sabor dejaba que desear, y cuando fue la hora de cubrir el pastel, no cubrió todas las áreas, dejando huecos feos.
-Oye, Taiga, ¿seguro que eso es comestible?- No lo había dicho con el afán de molestarlo, es sólo que el no estaba seguro de que esa mezcla rara y de colores opacos poco parecidos a una galaxia iba a funcionar.
Taiga lo miro furioso al inicio, pero cuando abrió la boca para empezar a gritarle, En cambio salió un pequeño jadeo de frustración, para terminar llorando inconsolablemente.
-¡Perdóname Daiki! Soy un inútil, ni siquiera puedo hacer un pastel bien... y lo ocupas para mañana-La voz del pelirrojo se fue apagando, para volver a sollozar.
Sin saber que hacer para hacerlo sentir mejor, lo abrazo y acaricio su espalda. No creía que un pastel mereciera tanto llanto, pero entendía que se sintiera mal por no conseguir hacerlo decentemente aunque ya se había comprometido a darles un pastel a la familia de su jefe.
- Ya no llores bebé, es sólo un pastel. Podemos comprar uno si quieres, seguro mi jefe lo comprenderá. Además, sólo por que no te haya salido el glaseado no quiere decir que seas un inútil, sólo necesitas más práctica-El pelirrojo despegó la cara de su pecho y lo miro con los ojos brillantes por el llanto.
No parecía que Taiga pudiera ser tan sensible como para llorar por un pastel, pero ese lado que sólo el conocía era lo que había enamorado desde un inicio. El pelirrojo finalmente se limpio las lágrimas y le sonrió.
-Todavia no es muy tarde, ¿podrías llevarme al mercado?
-Claro cariño, si quieres puedo ayudarte para terminar más rápido.
- Si, me parece bien.
Al final el hijo de su jefe disfruto de su pastel galáctico, y ellos pudieron relajarse después de toda una noche horneando y decorando el pastel.
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Tinta y sentimientos
FanfictionPermíteme dibujar mis sentimientos, y estos quedarán plasmados por la eternidad. Colección de drabbles por el Fictober del grupo "Aokaga 5x10 (Aomine x Kagami)"