Día veinticuatro: Egipcios

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El pelirrojo miro con curiosidad los ojos delineados con kohl, totalmente hipnotizado por la belleza de estos, brillaban como un par de hermosos zafiros, y el tono obscuro de su piel era tan sensual, el hombre brillaba en todo su esplendor, mostrando orgulloso su pecho, sólo cubriendo la parte inferior de su cuerpo con una tela atada a cintura.

-Eres tan hermoso...

-Callate, sólo eres un prostituto para el señor, no deberías hablarme-El sirviente sólo miro como los ojos rojizos se entrecerraban, ofendido y herido por las palabras dirigidas hacía el.

Se sintió miserable, y cómplice de los terribles actos de su amo, pero no podía negarse a sus órdenes, si lo hacía, nada acabaría bien ni para el, ni para el pelirrojo.

-Lo siento, en realidad, no quería decir eso, pero aún así no debes hablarme.

Su corazón ardia desde que lo había visto por primera vez, enamorandose de aquel esclavo de piel dorada, un extranjero sumamente hermoso.

Solamente pudo desearle suerte.


...

Los años pasaron, y al final Taiga fue desechado y dejado de lado por el amo luego de la llegada de una nueva concubina de cabellos de oro.

El pelirrojo no dudo en correr hacía aquel moreno, el sirviente al que había amado desde su llegada a ese lugar.

Cuando lo encontró se aferró a el, y este correspondió su abrazo, sintiendo la piel ardiendo no sólo por el sol, también por el electrizante tacto.

- Te amo, ahora que soy libre, quiero estar a tu lado...

- Yo también te amo Taiga, perdóname por no haber echo nada-El pelirrojo negó, y recargo su cabeza sobre el pecho contrario.

- No hay nada que perdonar, tu no tienes la culpa.

El moreno tomo su barbilla y levantó su rostro para poder besarlo cariñosamente.

Los siguientes años que pasaron, fueron llenos de pura dicha para ambos, pues ahora al fin podrían vivir juntos, el desierto había dejado de ser un infierno para ellos.

Y aquellos amos egipcios que tanto los habían torturado, ahora no podían destruir esa felicidad.

Tinta y sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora