El zoológico ese día abría sus puertas desde muy temprano, y en uno de los hábitats no abiertos para el público, se encontraba la guardería del lugar.
Ahí los cuidadores se encontraban jugando, limpiando y alimentando a una gran variedad de animales exóticos, que habían sido rescatados recientemente de un circo que acaban de clausurar.
Entre los pequeños animalitos había una cría de tigre de Bengala.
Aomine en cuanto lo vio, sintió que tenían una conexión especial. Como el jefe de los cuidadores el casi siempre se la pasaba en todas las áreas, y no podía concentrarse en un solo animal. Pero el tierno y pequeño tigre le había robado el corazón.
-Hola Taiga, ¿como amaneciste bonito?
El pequeño felino soltó unos cuantos ruiditos, mientras se restregaba contra las piernas del moreno. Era una clara señal de que quería ser cargado en brazos.
-¡Eres tan bonito que podría morir!
-Jefe, usted realmente ama a ese tigre ¿No?- Furihata miro las muestras de cariño entre el supervisor y el animal, mientras Aomine abrazó con más firmeza al cachorro, y restrego su mejilla contra el agradable pelaje de su cabezita.
- Es mi bebé, ¿como no amarlo?- Puede que cuando fuera grande ya no seria tan tierno, pero estaba seguro de que lo seguiría amando como si fuera su hijito.
El animalito empezó a ronronear, completamente de acuerdo con sus palabras.
-Taiga es muy inteligente, parece que siempre sabe de lo que hablamos-La pelirrosa era una de las trabajadoras ahí, y en ese momento había entrado para limpiar el área.
-Bueno Satsuki, no por que no hablen nuestro idioma quiere decir que no entiendan-Bajo al tigre para ir por su alimento, mientras el cachorro lo seguía por detrás, dando pequeños saltitos.
Ambos empleados vieron como esos dos partian, mientras una sonrisa se plasmaba en su rostro.
...
Habían pasado los años, y ahora Taiga ya era un adulto. Y el tenía un pequeño problema...
Aomine ya no le ponía tanta atención como antes. Y era comprensible, el tenía que ocuparse de otros animalitos, pero extrañaba que toda la atención fuera para el.
En ese momento miraba como Aomine se encargaba de darle mantenimiento a su hábitat. Ya era algo tarde, y el zoológico ya estaba cerrado, por lo que se empezaba a poner un poco silencioso al rededor.
Le gustaría tanto poder abrazarlo con un par de patas humanas. Y decirle abiertamente cuanto lo amaba.
Le daba mucha pena ya no ser cargado en brazos como antes, ahora era demasiado grande, y había perdido ese aspecto tierno típico de un cachorro.
"Desearía poder ser humano para poder querernos"
Desde que vio a su cuidador sintió una gran conexión con el, y ahora sabía que esa conexión era el amor.
Continuará...
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Tinta y sentimientos
FanficPermíteme dibujar mis sentimientos, y estos quedarán plasmados por la eternidad. Colección de drabbles por el Fictober del grupo "Aokaga 5x10 (Aomine x Kagami)"