c e r o

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Miró curioso el camión de mudanzas situado en la acera vecina. Varios cambiaformas gato, todos machos y alfas, descargaban algunas cajas y las llevaban al interior de la casa. JiMin sonrío. El ultimo vecino que tuvo fue cuando tenía diez años, era un viejo cambiaformas omega de zorro y su hijo, también omega, que jugaba de vez en cuando con él a las escondidas; hasta que el omega mayor se casó con un cambiaformas alfa de lobo y ambos se mudaron.

De ahí, la casa había quedado vacía. Siempre era bueno conocer gente nueva y hacer amigos. Decidió quedarse observando un poco más desde su ventana para poder apreciar que familia de cambiaformas serían sus vecinos.

Hasta ahora la única pista era un cuadro de madera tallado, idéntico al que había visto en un bestiario en la escuela. Solo había dos especies cambiaforma que poseían ese tipo de decoraciones en su casa, los cambiaformas león y los cambiaformas tigre. Cualquiera de los dos resultaba muy intimidante. Normalmente el cuadro estaba fabricado con madera especial y tenía tallado el símbolo de la familia que significaba la unión y el linaje de ésta.

JiMin se preguntó por un momento si tendrían niños, le encantaban los niños. Aunque, un chico de su edad con el cual hablar sería fenomenal. Su mente viajó por varios escenarios divertidos, pero el sonido de un coche estacionándose junto al camión lo puso alerta.

Del asiento del conductor bajo un hombre pálido, vestía un traje de aspecto elegante y con una cabellera castaña, el señor rápidamente rodeó el auto y le abrió la puerta a una mujer con unos lindos pantalones negros y una blusa blanca, su cabello era de un negro brillante y su piel era igual de pálida. Ambos sonrieron al mirar la casa y dijeron algo ente sí.

JiMin suspiró, era solo una pareja que iniciaba una nueva vida...sin niños o al menos esos fueron sus pensamientos antes de ver bajar a un niño de cabellera castaña que corrió hacia el pasto para tirarse y rodar. Sin embargo, no espero ver bajar del auto a otra cabellera negra: el chico era definitivamente mayor y parecía curioso por su nuevo hogar.

Pasó varios minutos observándolo; de repente, el chico volteó la vista hacía su ventana, como si hubiera adivinado que lo miraban y JiMin pudo apreciar los hermosos ojos grises que poseía. No supo exactamente cuánto tiempo paso hipnotizado por esa vista, pero cuando se dio cuenta, el chico estaba sonriéndole, segundos más tarde caminó hacia el interior de la casa.

JiMin se alejó de la ventana y se tiró en su cama. ¿El chico lindo le habrá visto? ¿Lo tacharía de mirón? ¿Será este el fin del hombre araña? Sacudió su cabeza, lo mejor era fingir que no había pasado nada. Después de todo, JiMin aún tenía que averiguar que especie cambiaformas eran.



→ EDITADO ←

| ¡Cuidado con el lobo! | ~YM~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora