n u e v e

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Sopló la taza de té entre sus manos. Su madre le había dejado solo desde temprano para ir a trabajar, asegurándose de que estuviera mejor. Eran casi pasadas las nueve y él se encontraba acostado aun en su cama. No tenía ganas de hacer nada.

—¡JiMin! —el gritó de YoonGi le asustó. Sin querer, movió la taza y derramó un poco del té caliente sobre su mano. Hizo una mueca de disgusto.

—¡Arriba hyung! —respondió dejando la taza con cuidado sobre su mesita de noche. Miró su mano, notando como comenzaba a ponerse roja e irritada.

YoonGi tocó la puerta del dormitorio, esperando unos segundos antes de abrirla. Quitó la atención de su mano para ponerla sobre los lindos ojos grises que le miraban.

—¿Qué ha sucedido? —el mayor frunció el ceño acercándose a la cama—. ¿Cómo lo has conseguido?

—Solo me quemé con el té —explicó con las mejillas rojas al sentir la fría mano del mayor sobre su piel.

Era algo que últimamente había estado pasando. Cuando su hyung se acercaba demasiado o lo tocaba, sus mejillas enrojecían y sentía un nudo en su estómago. Incluso su parte lobuna meneaba la cola de entusiasmo. Aullando.

—¿Tienes alguna pomada para las quemaduras?

—Si, en el mueble de mi baño. Un frasco blanco —señaló la puerta blanca frente a él

—Iré por ella, trata de no moverla —dejó su mano sobre su regazo antes de erguirse—. No tardo...

JiMin asintió aun si sabía que no podría verlo. Volvió la vista a su mano. Esperando. La sensación de la piel irritada se parecía mucho a la de su cuello. Recordó al médico decirle que no había nada en su cuello que pudiera causarlo, y que quizás solo era un efecto secundario del medicamento. Lamió sus labios resecos, alcanzando la taza de té con su mano sana para sentir su temperatura. Aún seguía caliente.

YoonGi regresó, llevando el frasco en su mano. Sonrió cuando la mirada gris se conectó con la suya. YoonGi era tan amable y atento con él que JiMin no pudo evitar tener el pensamiento de YoonGi como su alfa. Suspiró ante tal cosa. Obviamente no era imposible, pero tampoco era probable.

—Tu mano, JiMin —extendió la suya—. Tus dedos... —obedeció a sus palabras entregándole su mano. YoonGi abrió el frasco, untando un poco de pomada blanca sobre la zona quemada. Aplicando con suavidad y en un tipo de masaje en su piel—. Solo esperemos que eso no deje marca, arruinaría tu perfecta piel.

—Gracias... —murmuró.

—No hay de qué —YoonGi alzó la vista, topándose con sus ojos.

JiMin no supo quién fue el primero en acercarse, solo volvió en si cuando la delgada boca de YoonGi rozó la suya en un movimiento suave y delicado. Ambos unieron sus bocas, jugando con sus labios.




Metió lentamente su mano por la camisa del menor, sintiendo la caliente piel erizarse ante su frío contacto. Escuchó a JiMin gemir en medio de los besos, pero lo obligó a concentrarse en las sensaciones en vez de cuestionarlas. Terminó el beso, bajando por su mandíbula y repartiendo besos en todo su cuello. Hundió más sus manos en la caliente piel, llegando al pantalón del menor y desabrochándolo con cuidado. Buscó ciegamente la zona donde había mordido antes a JiMin, sintiéndola aun sensible cuando sus colmillos la rozaron.

—Hyung... —gimió JiMin agarrándolo de los hombros—. ¿Deberíamos...?

—¿Lo quieres...? —preguntó con la cara aun oculta en el cuello del menor.

JiMin subió sus manos, jugueteando con su cabellera negra. Después, llevó su atención a la chaqueta sobre sus hombros, deslizándola sin fuerza por sus brazos, obligándolo a suspender el contacto con su piel para poder quitarla.

—Lo quiero... —admitió en un murmuro. Aventando la chaqueta al suelo.

YoonGi volvió la cara a la misma altura que JiMin, sonriéndole antes te tomar sus labios entre los suyos de nuevo. Era cuestión de tiempo para que esto sucediera, JiMin estaba seguro de que era decisión suya, pero él sabía que no era del todo cierto. La mordida le exigía una cercanía y el lazo, por otra parte, le incitaba a un apareamiento.

Por fin, tenía al menor donde quería. Gimiendo debajo de él, pidiendo por más. YoonGi lo disfrutaría. JiMin terminaría por ceder en más de un aspecto, permitiéndole cumplir su venganza, y cuando todo hubiera acabado para la familia Park...

Él estaría ahí para verlo.

| ¡Cuidado con el lobo! | ~YM~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora