| ¡Cuidado con el lobo! | ~YM~

d i e c i o c h o

—¡Por el amor de Dios, deja de correr! —gritó el cambiaformas conejo frustrado.

Había estado buscando al hyung de la DAS durante casi dos horas por toda la ciudad. Y cuando su cerebro hizo click en un momento oportuno, corrió a la DAC a buscarlo o en su caso, pedir la ayuda de NamJoon. Pero cuando iba llegando, se había tropezado con el oficial y éste en cuanto lo vio comenzó a correr en dirección incierta.

Y aquí estaba el pendejo de TaeHyung corriendo detrás de él.

—¿Te has cansado conejito? —el inspector se dio la vuelta acercándose—. Quería jugar otro poco contigo. Necesito ejercitarme.

—¿Por qué corrió? —preguntó alzando una ceja.

—Creí que estábamos jugando a las atrapadas. Suelo hacerlo con mis amigos —explicó el mayor.

TaeHyung negó llevándose una mano al pecho. —Da igual, necesito preguntarle algo hyung.

—Dime... —lo invitó a seguir con su plática mientras ambos comenzaban a caminar de regreso a la DAC.

—Mi Líder me ha pedido que deje mi tarea. Dice que ya no soy necesario.

—¿Y el problema es...?

—Que estoy seguro de que hay algo que no cuadra aquí —soltó un gruñido de frustración—. Dice que el Alfa líder de la manada habló con él. No sé qué le pudo haber dicho, pero mi Líder desistió después de ello.

—¿Cuál era tu tarea?

—Cuidar de una cruza de lobo con tigre de bengala, su nombre es Park JiMin —explicó mirando el suelo—. Es un gran amigo, se supone que debo evitar que algo lo perjudique. El caso es que hace unos meses llegaron unos cambiaformas tigre de bengala, los que le mencioné, y se instalaron en la casa contigua a la suya —se calló un momento cuando cruzaron la calle antes de continuar—. Esa familia no me da buena espina, sobretodo el chico mayor.

—¡Momento! —el repentino grito del mayor le asustó—. ¡Has dicho cambiaformas tigre de bengala!

—Así es...

—¡Oh Dios mío! —SeokJin tomó su brazo con fuerza, jalándolo para ir más de prisa—. Debes decirlo todo lo que sabes a NamJoon.

—¿Eh?

TaeHyung intentaba seguir el paso del oficial, pero se tropezaba a cada rato. ¿Por qué rayos debería contarle a NamJoon hyung sobre su tarea?

Bajó con cuidado las escaleras, no queriendo hacer mucho ruido. No es que quisiera huir a escondidas, pero prefería irse calmadamente. Su madre y JungKook estaban durmiendo profundamente.

—¿JiMin? —la voz grave de YoungIn saliendo de la cocina le hizo detenerse—. ¿A dónde vas?

—Eh... TaeTae y yo pensábamos ir a ver una película a media noche y después tener una noche en vela.

—¿Seguro que deberías ir? —YoungIn se acercó a él acariciando su cabellera—. Has vuelto del hospital y no quisiera que te pasara algo.

—Está bien, divertirme me hará mejorar mi salud —sonrió, dándose la vuelta.

—Con cuidado... —YoungIn comentó antes de volver a adentrarse en la cocina.

—Espera... —llamó cuando tocó el picaporte de la puerta—. ¿Puedo preguntarte...?

—Seguro —asintió apoyándose en el umbral de la cocina—. ¿Qué sucede?

—¿Tu realmente amas a mamá? —preguntó en voz baja.

—Amo a tu madre con locura, por eso decidí casarme con ella y tener hijos —su padre explicó con una sonrisa en el rostro.

—¿Fue difícil ganar su corazón?

—Algo así... —su padre rascó su nuca—. Digamos que tenía varios pretendientes, pero yo termine ganándomela.

—¿Qué cosas hiciste?

—Hasta lo imposible, no quería separarme de ella. Nadie nos separaría.

—¿No podían estar juntos?

—No del todo, luchamos por esta relación —su padre infló el pecho con orgullo—. Ya sabes lo que dicen de los cambiaformas lobo, porque cuando se trata de personas que son importantes para nosotros, no dudamos en protegerlas.

JiMin guardó silencio, frunciendo el ceño, recordando: ¡Cuidado con el lobo!, solía jugarlo con sus amigos en la escuela. Era un juego bastante infantil y hasta cierto punto absurdo. Vamos, que consistía en evitar que descubrieran quien era el lobo entre las ovejas por medio de juegos y preguntas. Él nunca había sido muy bueno en ello, pero era divertido averiguar quién era el lobo o, por el contrario, reírte por dentro al ver como las personas trataban de adivinar mientras que tú eras ese lobo.

—Un día cuando encuentres a tu pareja, lo entenderás... —la voz de su padre le volvió la atención al presente.

—¿Entender qué? —murmuró moviendo su mano para abrir la puerta.

—Lo que uno puede hacer por amor, JiMin.

—Esperaré —sonrió—. Adiós.

—Te quiero, JiMin.

Asintió sin mirarlo, avanzando para salir de su casa y dirigirse al punto de encuentro con YoonGi y HoSeok. YoungIn parecía tan apasionado al hablar de sus sentimientos por su madre, incluso viéndolo desde esa perspectiva, su madre lo había hecho todo por amor. Por qué así son los lobos, lindos, leales, cariñosos, feroces y sobretodo honestos. Bueno, lo eran la mayoría de las veces.

Su profesora de biología siempre había dicho: "Mete a un lobo entre ovejas y no notarás cuando se haya escondido entre ellas".

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