| ¡Cuidado con el lobo! | ~YM~

d i e c i s é i s

JiMin sonrió una vez más antes de tomar otro pedazo de carne. Amaba ver a JungKook jugar con su comida, era un pequeño niño de diez años.

—¡Hyung! —le llamó emocionado—. Papá me ha mostrado como funciona las máquinas expendedoras. Es divertido ver como las cosas caen.

—Te entiendo, yo también me divierto —contestó. Sus padres se encontraban en la sala. Viendo alguna película—. JungKookie, recuerda que tu hyung te ama mucho.

—Lo sé, yo también te amo hyung... —respondió de vuelta.

Se mantuvo unos minutos más en silencio. —Kookie, te voy a decir algo —miró a ambos lados—. Debes prometer que guardaras el secreto.

—¡Me gustan los secretos!

—Hyung se irá un poco lejos, no nos podremos ver en mucho tiempo —habló en susurro—. Entonces, no debes decirle a mamá ni a papá a donde voy. Ellos no me dejaran ir.

—¿Volverás? —preguntó ladeando la cabeza—. ¿Debes irte?

—No sé cuando, peor te juro que volveré —aseguró acariciando la cabellera de su hermano—. Tengo un alfa ahora Kookie, mi deber es estar a su lado.

—¿Cómo mamá con papá?

—Así es, pero mi alfa vive un poco lejos —volvió a hablar cuando miró a JungKook abrir la boca—. No puedes visitarme, es peligroso.

—No quiero hyung... —vio pequeñas lágrimas en los ojos de su hermano—. Lléveme con usted, prometo que me portaré bien.

—No puedo Kookie, pero cuando seas mayor podrás venir a visitarme —rodeó la mesa y abrazó a su hermano limpiando su cara húmeda con su camiseta—. ¿Lo prometes JungKook?

—Lo prometo hyung —susurró el menor—. Pero usted debe recordarme, como yo lo haré.

—Lo sé.

Pequeñas lágrimas amenazaron con salir, pero se obligó a callar. Era algo que debía de hacer, el amor por YoonGi era todo lo que necesitaba para superar esto. Había vuelto a casa para recoger sus cosas e irse pronto.

Abrazó con fuerza al pequeño cuerpo, a pesar de compartir solo a la misma madre, para él JungKook era su hermano menor.

—YoonGi... —su alfa de crianza se asomó en su habitación—. Tu padre está abajo, tienes poco tiempo antes de que le avisen a la DAC.

Asintió dejando una de sus últimas camisetas en la maleta. Bajando las escaleras con tranquilidad, observó a su padre sentado en la sala de estar, bebiendo un trago de alcohol.

—Alfa líder, no creo que deba beber alcohol en su estado —hizo una pequeña inclinación antes de sentarse en el sillón individual—. ¿Qué sucede?

—Quiero disfrutar de mis últimos días, YoonGi. Relajarme y hacer locuras —soltó burlón, jugando con su copa—. Parece ser que los de la DAC están atando cabos. Un detective de la DAS estuvo indagando en los archivos. No tardarán mucho antes de darse cuenta que somos nosotros.

—He mordido a JiMin y estoy seguro de que esta en cinta —aseguró rascándose la barbilla.

—¿Cómo? —preguntó su padre.

—Tiene muchos rasgos de los lobos, pero su celo es completamente como el de uno de nuestros omegas —recordó—. Mi tigre lo sabe.

—Excelente. Todo va de acuerdo al plan —el mayor de ambos se irguió y caminó alrededor de la sala, cojeando un poco de su pierna—. No he sabido nada de HoSeok desde hace tiempo, búscalo e infórmale de la situación. Debemos sacar primero al lobo.

—De acuerdo alfa líder —asintió parándose—. Será mejor que se vaya. Ese conejo tiene la buena suerte de llegar cuando menos se espera.

—Regresarás por dónde has venido. El lobo se irá con HoSeok de regreso al punto de partida.

—¿Volverán por la entrada de hace un año? —preguntó sorprendido.

—Ya estuvo mucho tiempo aquí, HoSeok saldrá por donde entró con JiMin. Su familia creerá que nos lo hemos llevado directo a la manada y contactaran a la DAS...

—...pero en realidad, JiMin seguirá en la ciudad por un par de meses viajando a través de ella para llegar al punto inicial —completó. Entendiendo a su padre.

—YoonGi —su padre le llamó una última vez sin mirarlo—. Nos han engañado una vez, si vuelve a pasar lo mismo la guerra será necesaria, pero tú ya no.

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