| ¡Cuidado con el lobo! | ~YM~

s i e t e

Las tibias sabanas se enredaron en su cuerpo sudoroso. La luz del sol le molestaba. La garganta y parte de la espalda estaba invadida por un dolor que le impedía moverse con facilidad. Gimió cuando sus brazos se tensaron al intentar apoyarse en ellos. Sin ganas, abrió los ojos lentamente y bostezó con flojera.

Su habitación. Se encontraba en su habitación. Rodeado de todas sus cosas, pero por alguna razón que no comprendía, se sentía ajeno a ella. Como si fuera una habitación que no le pertenecía en absoluto. Extraña.

—¿JiMin? —le llamó YoonGi tocándole la cabeza con cuidado. Él ni siquiera lo había oído entrar—. ¿Cómo te encuentras? Espero que la medicina sea buena.

—Me siento mejor, pero tengo dolores en varias partes de mi cuerpo —respondió con una mueca. Su hyung era muy lindo y se había quedado con él después de haberle llevado medicinas—. Supongo que es normal...

—Quizás es tu cuerpo resintiéndolo todo —comentó él, buscando algo en la bolsa de plástico que se encontraba en la mesita de noche—. Debes tomar otros medicamentos, te recuperarás más rápido.

Asintió sin moverse. No quería sentir esa incomodidad en el cuerpo. Escuchando aun a su hyung moviendo las cajas de los medicamentos, se dejó llevar por sus pensamientos. Nunca había tenido una enfermedad de ese tipo. Los cambiaformas eran seres muy resistentes, no era tan fácil ser golpeado por una gripe o algo por el estilo. El celo era imposible, solo un shifter podría tener uno que generara malestares tan fuertes. Su ceño se frunció ante la idea que el golpe de defensas no estaba en su parte humana sino en la animal.

—Vamos, necesito que te endereces —le pidió YoonGi en un susurro—. No puedes tomarlas así o te ahogaras.

—No puedo —admitió—. Me duele demasiado la espalda...

—Vale —suspiró él—. Te ayudaré a sentarte.

Sus mejillas se calentaron al sentir a YoonGi tomándolo de los costados y jalándolo hacia arriba con extremo cuidado. Aferrando sus brazos a los de él, JiMin se preparó para el dolor en su espalda, pero nada. No sintió dolor alguno en esa zona. Sin embargo, no podía decir lo mismo de su cuello, el dolor seguía allí. Con lentitud, alzó su mano, buscando alguna herida en su cuello, pero solo sintió su caliente piel lisa. Confuso.

—Hyung... —dijo después de tomar las pastillas que le ofreció junto a un vaso de agua tibia—. ¿Puede ver si hay algo en mi cuello?

YoonGi asintió acercándose a él, paseando su mano por su cuello lentamente. La mano fría en su piel le dio escalofríos.

—No hay nada —aseguró—. Es solo una sensación tuya, no hay nada ahí.

—¿Seguro? —volvió a pasar su mano por su cuello—. Estoy casi seguro de que debe haber alguna herida.

—Te lo he dicho, no hay nada —respondió él un poco más fuerte—. Descansa, tu madre está abajo. Llegaron mientras dormías. Yo debo volver a casa.

Sus pulmones se oprimieron al escucharlo. Reprimió el impulso de llevarse la mano al pecho como si eso ayudara de alguna forma. ¿Por qué su hyung quería irse? ¿No le gustaba estar aquí? ¿Lo odiaba? ¿No quería estar con él?

JiMin casi sintió un ataque de pánico venirle en todo su esplendor.

—Tranquilo. Vendré mañana para ver cómo te sientes —le reconfortó. ¿YoonGi podría leer su mente?—. No te presiones demasiado, te necesito fuerte y sano.

—Está bien. Gracias, hyung... —sonrió.

YoonGi le devolvió la pequeña sonrisa y se dio la vuelta. Saliendo de su habitación. JiMin escuchó los sonidos de sus pasos descendiendo por la escalera.

Bajó con cuidado la escalera en dirección a la sala de estar. Lo más seguro es que ahí estuviera la madre de JiMin. Realmente YoonGi no tenía ganas de verle la cara, pero era necesario si no quería arriesgarse a que llamaran a un médico. Abrió la boca para hablar cuando cruzó el marco, pero la cerró al notar una cabellera castaña sentada en uno de los sillones.

—Hola... —saludó el cambiaformas conejo con evidente molestia—. Nos encontramos otra vez, hyung.

—Eso parece —meditó un momento sus palabras—. ¿TaeHyung?

—YoonGi hyung... —contestó asintiendo—. Parece ser que soy difícil de olvidar...

—Eres el primero que conozco aquí, después de JiMin. Es obvio que recordaría tu nombre.

La tensión sublime en el aire no era en absoluto cómoda. YoonGi sentía como si el chico esperara el momento oportuno para saltarle encima y matarle. No se sintió ajeno a ello. La sensación de ser visto como un depredador era normal para él.

—¡YoonGi! —la madre de JiMin entró, sonriendo un poco nerviosa cuando lo vio—. ¿Ya te vas? ¿Cómo está JiMin?

—Acaba de despertar —respondió volteándola a ver—. Debo irme. Ahora que usted está aquí puedo irme tranquilo.

—Oh, que dulce eres... —la señora rio cubriéndose la boca—. Entiendo, con cuidado y gracias por cuidar a JiMin.

—¿JiMin está enfermo? —preguntó en voz alta TaeHyung—. ¿Qué tiene? —la preocupación en su voz y la postura que tenía le recordó a su primer encuentro que tuvieron ambos hace unos días. Esa actitud a la defensiva no era propia de un cambiaformas normal.

—No hay de qué preocuparse, Tae —aseguró ella tomándole de los hombros—. Solo un malestar por algo que debió comer. ¿Cierto, YoonGi?

—Si. Le he traído medicinas para ello —YoonGi dio una ligera inclinación de despedida—. Hasta pronto señora Park, si no le molesta quisiera ver cómo se encuentra JiMin mañana.

—Seguro... —ella hizo un gesto nervioso—. Eres bienvenido aquí. Gracias de nuevo.

—Con gusto —respondió con una sonrisa mirando un momento a la mujer antes de posar su mirada en TaeHyung, quien lo veía con los ojos entrecerrados—. Espero verte de nuevo, TaeHyung.

—Lo creo... —dijo con una voz neutral. Como si buscara algo en su mirada que lo delatara.

Se dio la vuelta. Borrando su sonrisa cuando cruzó el marco de la puerta principal de la casa de los Park. Ese estúpido mocoso no iba a arruinar sus planes. Ahora más que nunca, YoonGi sabía que ese cambiaformas le era conocido. Ese conejo era parte del clan Gloss y él estaba seguro de que no estaba aquí para jugar a la casita feliz. Si ese niño pensaba que detendría a su manada de tomar lo que por justicia les pertenecía, estaba muy equivocado.

El linaje Park le pertenecía y ahora, JiMin también.   

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