| ¡Cuidado con el lobo! | ~YM~

s e i s

—¡Hey! —gritó HoSeok, apresurando el paso—. ¡No corras, solo quiero hablar contigo!

—¿Qué ocurre? —el menor se dio la vuelta, deteniéndose abruptamente y haciéndolo tropezar—. No te conozco y no sé qué podrías querer de mí.

—Solo quiero saber algo —se apresuró a su lado—. ¿Conoces a Park JiMin?

—¿Por qué? —preguntó con clara desconfianza, retrocediendo algunos pasos.

—Mi amigo YoonGi, su vecino. Me ha dicho que necesita algo que él tiene, pero no había nadie en su casa y supuse que sabrías donde se encontraba —mintió.

—¿Qué podría necesitar tu amigo de mi amigo? —el chico se cruzó de brazos—. Estoy muy seguro de que eso es mentira. Tú lo conoces, pero es obvio que a JiMin no. Nunca te he visto visitarlo y JiMin no ha hablado de ti, lo que significa que YoonGi tampoco. ¿Qué es lo que quieres?

HoSeok frunció el ceño ante la respuesta. YoonGi tenía razón, ese chico sabía algo de ellos. Ahora solo tenía que averiguar qué cosa era con exactitud. Lamiendo sus labios, buscó algo en su mochila.

—No sé de qué hablas, solo pido tu ayuda —sacó una hoja de papel y una pluma—. Ten mi número, por favor. Si lo encuentras dile que YoonGi lo está buscando. Cuando eso suceda, llámame.

—Seguro —TaeHyung alzó una ceja, tomando con lentitud el papel que le extendió—. No aseguro nada, pero si es una forma ridícula de conseguir mi número, te patearé el trasero —advirtió dándose la vuelta.

HoSeok pudo apreciar mejor el logo del clan al cual pertenecía el cambiaformas conejo, situado como un parche en el centro de la sudadera. Tragó en seco cuando lo reconoció. Preocupado de no levantar sospechas, tomó su mochila y caminó en dirección a la casa de YoonGi. Su líder necesitaba saber esto pronto o todo su plan se iría por el caño.

En pasos apresurados llegó a su destino. Sin esperar nada, entró azotando la puerta. Sorprendido y un poco avergonzado al ver al alfa de crianza de YoonGi sentado junto al padre de YoonGi. Con lentitud, se acercó al sillón donde ambos alfas se encontraban.

—Alfa Min —hizo una reverencia ante el hombre mayor—. Señor Jung —miró esta vez al otro alfa que le asintió como saludo.

—HoSeok... —habló en respuesta el papá de YoonGi—. ¿Qué haces aquí? Se supone que deberías estar al pendiente de mi hijo.

—Era justo lo que estaba haciendo Alfa Min, pero su hijo me pidió investigar algo —contestó tomando asiento—. Dijo que conoció a un chico que parecía saber algo. Acabo de hablar con él y estaba en lo cierto, pero eso no es todo.

—¿Quién es y qué tiene que ver con nuestro plan? —alzó una ceja—. No necesitamos distraernos en cosas que no nos competen,

—Esto si nos compete Alfa Min —aseguró—. YoonGi ha encontrado a su presa, el chico que le mencioné es su amigo. Resulta que es un cambiaformas conejo perteneciente al clan Gloss.

—¿Gloss? —murmuró el señor Jung—. No es posible. Se supone que la DAC tiene campamentos especiales para los clanes, ellos no viven en ciudades.

—Parece ser que la intuición de mi hijo está mejorando —el alfa mayor rascó su barbilla—. BaekGi se encargará de eso HoSeok, tu vuelve a tu tarea inicial.

—Como ordene Alfa Min —aceptó sin objeciones, mirando de reojo como el alfa aguantaba la tos—. Permítame decirle que YoonGi ha actuado más rápido de lo que creyó. El omega ha caído y él ha ido a morderle.

—Eso significa que debemos ir al siguiente paso —comentó BaekGi—. YoonGi estuvo mucho tiempo atrayendo al niño, su madre parecía reacía a dejarlos convivir.

—Debo irme ahora —el Alfa Min se levantó con cuidado, siendo imitado por los otros dos alfas—. No es seguro estar en territorio ajeno y menos en mi condición. Díganle a YoonGi que continúe, que no se preocupe por mí. Entre más pronto tengamos al omega de nuestro lado será mejor para la manada.

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