| ¡Cuidado con el lobo! | ~YM~

c u a t r o

—Entonces... —dijo su pelirrojo amigo jugando con el popote de su refresco—. ¿Lo has encontrado?

YoonGi asintió jugando con el pedazo de carne en su plato. Sinceramente, no tenía hambre aún. Pero sabía que más tarde no podría comer nada, era eso o enfrentarse a estomago rugiendo por carne fresca.

—Es una manera de decirlo —hizo una mueca cuando el sabor de la carne cocinada tocó su paladar, prefería el término medio—. El mayor es al que necesito, el menor no tiene utilidad.

—El chico es un omega, ¿cierto? —comentó, recibiendo un sonido de afirmación de su parte—. ¡Yep! Lo pido después...

—No seas tonto —le regañó—. ¿No entiendes que después de eso no habrá nada? La única oportunidad que tenemos la voy a usar yo.

—Técnicamente no me puedes prohibir eso —comentó algo molesto—. Es decir, todavía no puedes. Si él quiere y acepta, puedo tenerlo yo también.

—No lo pensaría si fuera tú... —amenazó—. El acoplamiento crea exclusividad y más si estás hablando de la pareja de tu líder. Le llegas a tocar un pelo y yo te corto la garganta.

—Ya entendí —contestó el pelirrojo, alzando las manos en señal de paz—. No tocar a la presa de YoonGi...

—...de lo contrario, YoonGi tomará a HoSeok del cuello y lo matará frente a toda la manada —completó él mientras sentía su celular vibrar en su bolsillo—. Eso me recuerda, necesito que me ayudes en algo...

—¿En qué soy bueno? —preguntó curioso, la sonrisa volviendo a su rostro.

—Hay un chico que se me hace familiar, su nombre es Kim TaeHyung, un cambiaformas conejo —miró la pantalla de su celular, notando como su pequeña presa parecía ansioso por hablar con él—. Necesito saber si es solo una sensación o en efecto lo hemos visto antes.

—Yo me encargo de ello, déjalo todo en mis manos —HoSeok bebió de su refresco—. ¿Quién es? —preguntó refiriéndose al celular de YoonGi que volvió a vibrar en sus manos.

—Silencio... —ordenó antes de contestar—. ¿Qué sucede, JiMin?

—¿Hyung? —la voz del menor sonaba algo entrecortada—. No me siento bien. Mis padres se han ido a trabajar y necesito medicinas.

—¿Y tu hermano?

—Está con papá. Mi madre no volverá hasta tarde y no puedo salir. ¿Puede comprarme algunas medicinas?

—Seguro, solo dime cuales —golpeó la mano de HoSeok que intentaba tontamente quitarle el celular.

—Pastillas para la fiebre —respondió el menor con agitación—. Todo me está dando vueltas...

—Veré si hay algo para eso —se levantó de la silla—. Te veo en quince minutos —cortó la llamada, guardando el celular en su bolsillo y tomando su chaqueta—. Debo irme —comentó sacando su billetera—. Los primeros síntomas están apareciendo, debo morderlo ahora o el efecto podría pasar. Sabes lo que necesito que hagas, no te tomes tu tiempo. Si el niño representa una amenaza para nosotros hay que desaparecerlo del mapa.

HoSeok asintió en acuerdo, terminando su refresco y dejando algunos billetes al lado. YoonGi negó con la cabeza guardando su billetera. Ambos chocaron el puño antes de salir del restaurante y dirigirse a direcciones opuestas.

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