Extra #2

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Cinco años después...


—¿Cómo es eso posible? —preguntó, sin atreverse a mirar a la Luna—. ¿No ha habido un error con las estrellas?

—¿Acaso supones que me equivoqué? —respondió la Luna, acercando su negra y delgada mano a su mejilla. Su tacto, aunque suave y calmado, recorría su espalda vertebral en una onda peligrosa—. ¿Lo has pensado, lobo?

—No quise decir eso, Luna —contestó, sacudiendo la cabeza—. Solo pensé que podría haber sido una mala interpretación de las estrellas.

La mano se alejó de su tacto, escondiéndose de nuevo en la oscuridad que suponía ser el cuerpo de la Luna, los largos cabellos en forma de velo blanco se ondearon con su acción. La Luna hizo un sonido de comprensión. —Tú no puedes pensar por las estrellas, lobo. Tu deber es equilibrar la tierra no entender el cielo —dijo, caminando a su alrededor. JiMin no podía verla, pero si escuchar sus pasos. Su posición sentada entre lo que suponía era energía muerta y la prohibición de levantar la vista lo limitaban al sentido auditivo.

—Me disculpo, Luna. No era mi intención —se disculpó, inclinándose—. Por favor, comprenda que me siento mal al pensar que eso es si quiera posible.

—"Dos de tu media sangre estarán en conflicto por una misma sangre rota. Pero solo una de las media sangres podrá quedarse con la sangre rota, y la sangre rota deberá encontrar sus pedazos y unirlos para poder ser una sangre completa, de lo contrario, estará condenado a vivir en soledad" —recitó de nuevo la Luna, lo mismo que había dicho momentos antes—. Eres un simple lobo, un lobo al que concedí la gracia de tener un compañero de energía a pesar de ser un cambiaformas —la Luna tocó suavemente su cabello—. No estás en posición de pedirme un favor.

—Lo sé, Luna —asintió—. Y de verdad agradezco que usted me permita reencarnar como shifter en mi siguiente vida, a pesar de que no me lo merezco.

—Por supuesto que no —estuvo de acuerdo, alejándose de su tacto una vez más—. Tu energía animal está dentro, ella lo recuerda. Mi regalo lo gozará tu vida siguiente, como tú has gozado de los esfuerzos de tu vida pasada. Mañana mismo, cuando vengas a verme y me agradezcas por traer de vuelta tu energía animal —sonrió—. Yo diré que no te la mereces, que fue tu vida pasada la que se ganó todo el crédito.

—Si así lo desea.

—Así será —la Luna se detuvo, esperando a que continuara.

—¿Mis media sangres? Nunca he entendido porque me habla de esa forma tan confusa —admitió—. ¿Las estrellas se dirigen de esa forma a usted?

—No, pero no puedo dejar la verdad en manos de cualquiera —respondió—. Es el precio a pagar por conocer la verdad y el tiempo, pero estoy seguro de que tú lo descubrirás. Eres un omega muy inteligente, podrás con ello —ella sonrió, besándole la frente—. Debes irte.

—¿Hay algo más? Lo que sea que pueda ayudarme.

—Mmm... —ella pareció meditarlo un momento—. Has logrado conseguir las primeras pistas aún sin mi ayuda, por eso lo haré —comentó, tomando su mentón y levantándolo—. Los pedazos de la sangre rota están repartidos por ambos lados de la muralla. Si encuentras el primer pedazo, serás guiado a los otros.

La Luna desapareció, envuelta en el manto oscuro y enredada por los cabellos blancos.


—JiMin... —una voz familiar lo despertó—. Vamos, cariño. Te necesito aquí.

—¿YoonGi? —murmuró adormilado—. ¿Qué sucede?

| ¡Cuidado con el lobo! | ~YM~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora