Leyó otro párrafo del aburrido libro entre sus manos. Eran las siete de la mañana: su alfa de crianza había ido a trabajar y SeulGi se encontraba en el colegio. Necesitaba tiempo a solas para pensar en su magnífico plan. Estaba tan cerca de la victoria, solo necesitaba lanzar el primer disparo y esperar que se lo devolvieran.
—¡YoonGi! —su omega de crianza le avisó—. ¡Ha venido JiMin, subirá a tu habitación!
Sonrió a la vez que tiraba el libro de literatura sobre su escritorio. El pequeño lobito había llegado al fin. ¡Wuu!
—¡Hyung! —la suave y risueña voz de JiMin le hizo volver a su expresión indiferente—. Voy a entrar —avisó el menor girando la manija. La puerta fue abierta, dejando ver a un chico de cabellera castaña. Traía un suéter de lana morado y unos pantalones de mezclilla. JiMin le miraba con unos ojos verdes brillantes como espuma de mar parecidos a los de alguien que había conocido durante su niñez.
—Jimin —le llamó en un susurro—. Has venido. Creí que te arrepentirías de pasar la tarde con tu hyung. Ya sabes, mis antiguos vecinos decían que era muy aburrido —formó una mueca.
—Tal vez solo no les agradaban las mismas cosas —Jimin se sentó sobre su cama—. No conozco mucho a hyung, pero estoy seguro de que es una persona muy interesante.
Agarró el libro entre sus manos, parándose para guardarlo en el librero. Sus pasos siguieron en dirección a la cama, sentándose justo al lado de un Jimin que repentinamente se había puesto tenso.
—Quizás tengas razón, eso explicaría muchas cosas —le mostró una sonrisa—. ¿A dónde te gustaría ir?
—Mmm... —JiMin mordió su labio pensativo—. Podríamos ir al cine o al centro comercial. No lo sé, hay tantos lugares que quiero mostrarle a hyung —el chico movió su cabeza de un lado a otro.
—Vamos —le animó mientras intencionalmente rozaba su mano con el muslo de JiMin al levantarse—. Entre más temprano mejor. Quizás podamos comer algo fuera, me gustaría saber si la comida es buena por acá —volteó a ver a su pequeña presa. Estaba sonrojado y mordiendo sus labios de manera nerviosa. Reprimió las ganas de soltar una carcajada.
¡Ah! ese pequeño lobito sería tan fácil de manipular...
—¿Qué sucede, Jiminnie? —se arrodilló enfrente del chiquillo con una cara de preocupación—. ¿Debería llevarte al doctor? Estas muy rojo...
—Nada de eso, hyung —el menor sacudió su cabeza—. Solo es la emoción, no suelo salir mucho. Mi amigo Tae tiene clase de boxeo los fines de semana.
—Ya veo... —YoonGi miró el calendario que se encontraba atorado en la pared, justo arriba de su escritorio—. Podríamos ir a visitarlo, me gustaría hacer más amigos o por lo menos conocidos.
JiMin sonrió aun nervioso. Alejando con sutileza a YoonGi, se paró de la cama dirigiéndose a la puerta. Sus pasos eran apresurados, como si la necesidad de huir de ese pequeño espacio íntimo le carcomiera la conciencia.
—Lo esperaré abajo, no tarde —soltó deprisa, cerrando la puerta tras él.
YoonGi se permitió reír en un susurro sordo. Las reacciones del lobito eran demasiado para él. Sería más fácil de lo que creía, pensó. Su madre siempre le había dicho que los cambiaformas lobo eran un hueso difícil de roer, se tenía que tratar con esmero y paciencia para conseguir lo que necesitabas. Después, deshacerse de ellos era pan comido.
Era obvio, su pequeña presa había caído en la primera trampa. Ahora solo necesitaba seguir moviendo las piezas correctas para atraerlo a su terreno. Le alegró saber que el chico era guapo y tenía la fuerza necesaria para lo que él tenía planeado hacerle.
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| ¡Cuidado con el lobo! | ~YM~
Mystery / ThrillerDonde JiMin, un cambiaformas lobo, está muy curioso por conocer a su nuevo vecino, el cambiaformas tigre, YoonGi. # Capítulos cortos # Romance # Omegaverse # Cambiaformas # Parejas secundarias