Recuerdo cuando vinieron a decirme que encontraron un donante para mi corazón. Todos estaban felices, yo estaba feliz, pero solo me importo verte y tu sobresalías entre todos. Con una sonrisa enorme recostada en tu cama aun estando débil quisiste darme un beso de buena suerte.
– Te dije que todo iba a estar bien – tus manos flacas tocaron mi mejilla y yo me incline a darte un beso.
– Todo va a estar bien Clarisa sé que mejorarás – repetí tus palabras en un intento de hacerte sentir mejor. Lo nuestro recién estaba comenzando y no me iba a rendir tan fácil.
Oramos juntos en la habitación y volví a mi cama para que me preparen por la operación. Despidiéndome una última vez de ti cerré mis ojos contando hacia atrás desde el diez.

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Efímera
Historia CortaRecuerdo nuestra historia como si ayer la hubiéramos vivido. Porque nuestro amor fue corto, pero fue de esos que te penetran hasta el alma. Tu existencia fue tan efímera como una suave brisa fresca de verano. Esto lo hice para ti mi rayo de sol, tu...