Recuerdo que al siguiente día nos levantamos muy temprano porque teníamos muchas cosas que hacer ya estaba emocionado por conocer tu mundo. El montar caballos no me resulto tan fácil como creía. En mi primer intento de montar me caí de cara al suelo, nos reímos y me ayudaste a subir.
– Caramelo es una yegua muy dócil por lo que no debes temer solo relájate – tú estabas montada sobre un caballo negro el cual me dijiste que se llama Noche. Montabas sin miedo y siempre fuiste a mi lado explicándome cada cosa.
Fue algo increíble comenzar a trotar en los caballos hasta que nuestros estómagos rugieron por comida. Los animales debían descansar por lo que volvimos a los establos y fuimos a la casa. Tu familia es grande tienes tres hermanos mayores y tú eres la única chica. La más consentida por lo que pude ver en aquellos días por el campo.

ESTÁS LEYENDO
Efímera
ContoRecuerdo nuestra historia como si ayer la hubiéramos vivido. Porque nuestro amor fue corto, pero fue de esos que te penetran hasta el alma. Tu existencia fue tan efímera como una suave brisa fresca de verano. Esto lo hice para ti mi rayo de sol, tu...