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HoSeok

Vi la oportunidad y la tomé, no necesitaba regaños, ni mas golpes, la necesitadad de verlo era mucho más grande que cualquier consecuencia.

"Gracias padre" él me dio la señal de aprovechar el momento y lo hice.

Justo antes de que Jackson empujara la puerta la cerré con fuerza y le puse el seguro, era una puerta de madera firme, no la tiraría tan fácil y sé que mi padre no le dejará hacerlo.

Después de regularizar mi respiración pude girar y mirarle. Mi corazón palpitó con rapidez, mis sentidos estaban sobre exaltados, al acercarme pude apreciar toda su belleza ¿Dios es que a caso lo hiciste con tanta dedicación?

Todo su cuerpo y aroma me llamaban, él estaba tentando al demonio, estaba a punto de caer a una hoguera y mis límites estaban siendo borrados.

Retrocedí unos pasos, no... Esto no era lo correcto, no puedo hacerlo, esto va mucho mas allá de un simple momento, jamás he cuidado de nadie, nunca he convivido tanto con alguien. Aunque al antiguo HoSeok no le hubiera importado reaccionar como un patán, no me atrevo, no quiero ni puedo permitirme dañarlo, allí están mis bebés, llevan mi sangre, mi instinto y animal interno los aman de manera locamente descontrolada, jamás había pensado en este sentimiento o situación, de hecho nunca fui de la idea de tener hijos.

Voy a irme, si... eso sería lo mejor, pasé una mano por mi cabello y giré

- Jackson...- al escuchar ese nombre salir de sus lindos labios me sentí de una manera aterradoramente territorial, algo en mi interior hizo que mis pasos se detuvieran.

Me volteé para verlo y su cuerpo temblaba, se veían pequeñas gotitas de sudor en su frente, tenía una ligera pijama color verde agua que resaltaban sus lindos mechones rubios y por supuesto esa tierna barriga.

Me acerqué sin saber realmente que era lo que haría.

Quedé a pocos pasos de su cama y con ojos cerrados se quejaba. No pude soportar las ganas de tocarlo, estiré uno de mis brazos, con las yemas de mis dedos acaricié sus cabellos, estaba concentrado, casi como tratando de resolver un enigma, tan ido que había perdido el miedo que hace poco me invadía.

- HoSeok... - susurró

En ese momento el ambiente estaba lleno de feromonas, mezcladas en el aire que circulaba por la habitación y aunque HoSeok no lo supiese, su lobo estaba tan encantado de cuidar a su manada, su pequeña manada, esparció su olor por el lugar, haciendo que su omega las sintiera y crearán un momento confortable para ambos, los dolores del rubio se redujeron, dos pequeños bebés lograron encontrar una posición en donde quedarse unos minutos en paz.

HoSeok se arrodilló a un lado de la cama y miró con detenimiento a TaeHyung, trantando de entender por milésima vez el porqué nunca se atrevió a amarlo, a quererlo como suyo.

Y no encontraba la respuesta, no había una suficientemente válida.

Ya con menos temor, se atrevió a quedarse un momento más con TaeHyung, observándole, viendo como dormía nuevamente.

- Voy a borrar esos feos momentos Tae- El omega se quejó y removió un poco

- Shh... duerme, voy a cuidarte.

[°°°]

- Joo, TaeHyung... Tae está en etapa de celo

- ¿Q-que? Pero si hace unas horas hablé con él

- Está en su habitación ahora.

- Bien iré enseguida- la mujer sacudió su delantal y lo desató en la cintura- Voy a prepararle unas hierbas, es peligroso que tome cualquier-

El Omega De Jung || HopeV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora