CAPÍTULO 14: HACIENDO LAS PASES

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Escuchamos pasos en la puerta, era una anciana con un bate de béisbol.

— ¿Quiénes son ustedes?, salgan de aquí o llamaré a la policía— nos gritó.

—Señora Dwyer ¿Es usted?— Bella se acercó pero la anciana no bajaba su arma. Me adelanté para defenderla en caso de ser necesario.

—Sí. ¿Quién eres tu jovencita?— preguntó.

—Soy Bella ¿no me recuerda?— la anciana se acomodó sus anteojos y bajó del bate.

— ¿Bella? ¿La pequeña Bells? Oh, niña, mira que grande estás— se abrazaron.

—Sí, soy yo, he regresado— una genuina sonrisa se formó en su rostro, ya me estaba acostumbrando a verla sonreír, si tuviera una cámara fotográfica la usaría en este momento.

—Cuanto tiempo ha pasado. Intenté comunicarme con tu padre por lo de los avisos de embargo pero nunca me contestó.

—Vivimos muy lejos— se excusó Bella.

— ¿Has venido para quedarte?

—No lo sé aún, tal vez— contestó titubeando. Era un hermoso lugar. Yo me quedaría.

— ¿Y este chico tan apuesto? — me miró la ancianita. Que buen gusto tenía.

—Es... mi esposo— le respondió Bella. Me quedé de una pieza. ¿Su esposo? ¿Que no era soltera por voluntad propia?

—Mucho gusto Edward Cullen— saludé a la señora todavía aturdido.

—Oh vaya. Has vuelto casada. Ojalá se queden, voy a preparar la cena, vengan a casa para comer por favor. Mi Phil murió hace dos años y mis hijos se fueron. No tengo a nadie, vengan a visitarme—casi nos rogó, no nos podíamos negar.

—Allí estaremos— le aseguré. "Mi linda y dulce esposa y yo", pensé.

Vimos a la mujer irse muy feliz.

— ¿Allí estaremos?— me increpó Bella.

—Soy tu esposo, lo olvidas— me burlé.

—Es que esa señora es muy puritana. Y si pasamos la noche aquí ¿qué va a pensar?— se hizo la desentendida.

—Pues podría dormir en el patio, así pensaría que soy tu mascota— me burle.

—No me des ideas Cullen— trató de enfadarse pero no pudo, el clima de Florida le sentaba muy bien.

El resto del día la pasamos limpiando. Llamamos al servicio de agua y electricidad, quedaron en venir mañana a reconectarlos.

Terminamos sucios y sudados.

—Apesto Bella, creo que iré a darme un baño a mar— le reproché mostrándole las manchas en mi costosa camisa que aún no había podido cambiarme

—Gracias por ayudarme— se acercó un poco.

—En realidad tenía deseos de sentarme y verte trabajar pero me habría aburrido— me burlé. –Además con lo mal que te caigo me habrías golpeado como a un esclavo— me quejé.

—Edward, no te odio— me dijo algo triste.

— ¿Por qué siempre me has tratado mal?— pregunté.

—No eres tú… es lo que representas…

—No entiendo, en verdad no entiendo— tomé su brazo para sentarnos.

—A mi mamá la atropelló un tipo ebrio. Era un joven, un riquillo engreído, con unos padres que pagaron porque no vaya a la cárcel— su rostro entristeció, el sol casi se ocultaba sus cabellos destellaban un color rojizo muy hermoso.

ACOSADOR -Terminado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora