CAPÍTULO 24: NO LO CREÍ POSIBLE. ADIÓS

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—Me has decepcionado en sumo grado Edward. Siempre fuiste un jovencito alocado que desperdiciaba oportunidades sin ton ni son pero esto es el colmo de tu descaro— me gritó papá nuevamente.

—Carlisle, deja que lo explique— mi madre avanzó hacia él.

— ¿Explicarlo? Esme no te pongas de su lado. Deja de ser una madre alcahueta que siempre sale a favor de su hijo. Por tus continuos mimos es que tu hijo tiene 24 años y sigue prácticamente dependiendo de nosotros. Lo que gana "a veces" apenas le alcanza para vivir, seguimos pagándole sus lujos y excentricidades. ¡Ya basta!— gritó.

—Sólo digo que dejes que nos explique— mamá parecía herida ante el comentario de papá. Tal vez lleve razón, antes jamás me había esforzado mucho que digamos por obtener lo que quería. Mi vida era muy fácil.

Tomé el sobre y empecé a verlo con detalle. Lo primero en que mi fije era en una factura. 1350 dólares. "Boda principesca". Decía el recibo.

Seguí con las fotos, eran varias. En un pequeño castillo, Bella aparecía con un hermoso e imponente vestido medieval, llevaba una corona de lo que parecían diamantes, a juego con sus joyas. Sonreía graciosamente, pero se notaba su estado de ebriedad.

En otra fotografía estábamos juntos, abrazados y a punto de caernos pero lucíamos felices.

Así nos habíamos casado, con trajes muy finos, un coro de ángeles, algunas personas vestidas de acuerdo a la época en un castillo prefabricado. Eran muy buenas tomas. Mi traje era estrafalario, hasta tenía una capa de terciopelo rojo y una corona. Y el tipo que hacía de sacerdote parecía un obispo o el sumo pontífice, su tocado era ridículamente exagerado.

Sin querer estaba sonriendo, ya ni me importaba lo que mi padre pensara. Aunque no lo recordaba con detalle algunas cosas vinieron a mi mente, apenas el recuerdo de haberla visto con ese traje blanco, bajar por unas escaleras.

— ¿No vas a decir nada?— me reclamó Carlisle. Me levanté para hacerle frente, no me avergonzaba en lo más mínimo de aquello, quizás fuera lo más loco que había hecho pero no me arrepentía.

—Carlisle, deja que nos explique— mi madre estaba más calmada al ver mi expresión pero mi padre seguía enfurecido.

— ¿Explicarnos? Que quieres que nos explique Esme. Le dejamos la hacienda para que nos ayude con la cosecha y el muy ladino va y seduce a la hija de Charlie. Sabe dios con que palabras dulces la embaucó, esa niña estaba a punto de casarse y él se la llevó, ¡se aprovechó!— ahora entendía todo, papá pensaba que yo me lleve a Bella y la engañé.

¿Cómo podría? Si mi berrinchuda era lo más importante en mi vida ahora.

— ¿Edward, eso es cierto?— ahora mi madre me miraba furiosa y ella era más peligrosa que papá.

—No. Yo no me la llevé— dije débilmente mientras trataba de hilar en mi mente la forma de decírselos de para que entendieran.

—Se la llevó a las Vegas y fingió una esplendida boda. Pobre Bella, no sabía con la clase de hombre que se encontró. Nunca confié plenamente en tu responsabilidad pero jamás creí que serias capas de engañarla de esa manera— gritó volviendo a enardecerse.

—Yo no la engañé— dije con seguridad. Jamás la había engañado, cada cosa que hicimos, hasta lo de anoche fue con su pleno consentimiento y sin presionarla, incluso me reprimí cuando ella quiso hacerlo estando ebria en Jacksonville porque yo quería que me eligiera conscientemente. Bella siempre fue libre de decidir y gracias al cielo había decidido aceptarme en su vida.

— ¿No? ¿Qué es entonces?— Carlisle sacó un sobre pequeño y delgado, también abierto ¿Qué acaso nunca escucho que la correspondencia es personal y secreta?

ACOSADOR -Terminado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora