Caminé hasta la orilla con ella aún prendida a mi cuerpo. La deposité con suavidad en la arena sin dejar de besarla, el aire me faltaba pero sus labios con sabor a mar eran un afrodisíaco. Había fantaseado tanto con besarla de esta forma. Mi lengua penetró en su boca, cuando Bella soltó un gemido me dejé caer sobre ella, al menos la parte baja de mi cuerpo.
Si tan sólo se hubiera puesto uno de los vestidos que le compré esto sería más fácil. Pero no, la niña llevaba unos jeans apretados, muy difíciles de vencer.
Nuestras caderas se rozaron y sentí toda una corriente bajando por mi columna. Esta prometía ser una noche lujuriosa.
¿Qué diría ella mañana? ¿Se arrepentiría? Yo estoy sobrio, y por supuesto que no tendría ni un gramo de remordimiento. Quise hacerla mía desde que la vi en aquel río.
¿Me echaría de su vida después?
Sentí sus piernas cerrarse en mi espalda y tuve que separar nuestras bocas un instante. Me faltaba el aire.
Bella se veía tan entregada, tan dispuesta a todo que me sentí avergonzado.
Sí, yo, el acosador estaba a punto de obtener mi premio pero esto era hacer trampa.
Tan concentrado estaba en mis meditaciones sexuales que no me di cuenta cuando Bella tomó el mando. Rodó hasta quedar sobre mí. Se veía endemoniadamente sensual allí arriba.
Se sentó sobre mi estómago y de un solo movimiento se quitó el top. Sus pechos quedaron al descubierto y literalmente babeé. Era perfecta, hasta cierto punto voluptuosa.
Pero… ¿yo quería que fuera así la primera vez?
Ok, es excitante al aire libre, Bella es un volcán de pasión, estoy a punto de reventar mis pantalones… pero… maldita sea hay un pero y no es mi conciencia.
Todo me grita "hazla tuya" mi arma está lista, la víctima se ofrece en sacrificio.
Pero está ebria.
No está en completo uso de su conciencia. No se está entregando a mí, es sólo un deseo carnal.
Volvió a besarme con tanta pasión que creí que no podría resistirme.
—Bella—la llamé entre beso y beso.
—Mmmm— es todo lo que obtuve. Por todas las almas del purgatorio ¡qué mujer más tentadora!
—Bella detente— la tomé delicadamente de sus hombros.
Tenía los ojos cerrados y se restregaba contra mi dolorosa erección. –Bella, mírame— le pedí.
A regañadientes abrió los ojos, eran hermosos. Jamás me olvidaría de este día y esta playa. Y sobre todo de ella con los pechos al aire.
— ¿Quién soy yo?— le pregunté para saber si al menos me reconocía.
—Edward Cullen, el trasero más hermoso que he visto— sonrió. ¿Cuándo había visto mi trasero?
— ¿Qué vamos a hacer?— volvió a besarme.
—El amor— sonreí al escuchar eso. Aún en su inconsciencia ella pensaba en el acto sexual como amor. Pero ella no me amaba, apenas había dejado de odiarme por ser un niño rico y engreído.
— ¿Podemos hacer esto dentro de la casa?— no la estaba rechazando, eso sería una idiotez. Sólo quería que se le pasara el efecto del licor, si quería hacerlo sobria por mí no habría inconveniente.
—Sí. Tengo frío— dijo encogiéndose y tapando su pecho. Tomé su top de la arena y se lo di. Luego me levanté con cuidado y la tomé en brazos. Caminé hacia la casa despacio, mientras ella se acurrucaba en mí. Era una sensación agradable y tibia verla así. Tenía un incontrolable deseo de protegerla, de cuidar de ella.
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ACOSADOR -Terminado-
FanfictionACOSADOR (Mayores de 14 años) Todos los personajes le pertenecen a S. Meyer, sólo la trama es original. QUEDA PROHIBIDA TODA COPIA SIN PERMISO DE LA AUTORA SUMARY: El engreído Edward Cullen es enviado a la hacienda de su familia, él odia el campo y...