CAPÍTULO 2: ¿QUIÉN ES ESA MORENA?

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Parecía una ninfa del agua, cantaba y se zambullía, su transparente enagua me dejaba ver casi todo, quedé absorto observando toda esa belleza.

—Ey tu ¡que miras!— la escuché gritar, no pude decir nada estaba allí como un tonto sólo disfrutando el paisaje.

Un zumbido muy cerca de mi oreja me sobresaltó, me fijé, tenía una piedra en la mano y me la arrojó. ¿Me estaba apedreando? ¿A mí? ¿Al irresistible Cullen? Esto no podía ser verdad.

Tenía buena puntería porque la siguiente piedra me dio en el pecho.

— ¡Pervertido! Atrevido, sinvergüenza— siguió gritando.

—Ya párale— me quejé. –No vine mirarte, eres tú la que está de exhibicionista— tuve que esquivar las siguientes piedras.

— ¿Y por qué sigues allí? Fisgón, chismoso. ¿Quieres que te rompa la cabeza?— se agachó y sacó más piedras del fondo.

— ¡Eres una loca!— hice lo posible por molestarme pero no podía borrar la sonrisa de mi rostro, era la criatura más extraña que había conocido.

— ¡Acosador! ¡Pervertido! Te voy a acusar, vas a ver, mi padre te va a azotar— me preguntaba de quien sería hija esa preciosa fiera.

—Ya me voy, ya me voy, ni que hubiera mucho que ver— me burle, tuve que esquivar otra piedra más grande que las anteriores.

Con mucho pesar me giré para salir de allí, ella seguía gritando y aventando piedras.

A un lado del sendero, en un viejo tronco, vi unas sandalias y un vestido. Mi lado malicioso salió a flote, caminé hasta allí, tomé el vestido y salí corriendo.

A cambio de un par de pedradas alguien iba a andar en cueros hoy.

Por el camino dejé el vestido colgado de la rama de un árbol. Me encantaría quedarme a mirar cómo se las arreglaba pero el barro empezaba a secarse en mi piel y fastidiaba mucho.

Venir a esta hacienda no había sido tan malo después de todo. Y yo que pensé que iba a aburrirme.

Llegué a casa y me di un buen baño, algunos trabajadores sonrieron al verme pasar tan sucio.

—Edward, ven a almorzar— llamó Marie. Yo no podía parar de reír y de recordar a la chica del río. Quería saber cómo se llamaba y dónde vivía. En la ciudad he conocido cientos de mujeres, hermosas, con clase y también de las más comunes. Ninguna se bañaría en un río.

Y era muy bonita además, tenía el cabello muy largo y oscuro, muy diferente de las rubias pálidas con las que había salido.

Nunca nadie me había gritado o insultado, menos apedreado. Debería estar enfadado pero no podía, mi curiosidad era más grande.

—Te preparé pastel de queso, recuerdo que de niño te gustaba mucho— Marie era una excelente cocinera, no sé porqué mamá la envió aquí, me hizo mucha falta en la ciudad.

—Gracias, está muy bueno— dije con un hambre voraz.

— ¿Necesitas algo más niño? Tengo que ir a casa de Billy—

— ¿Quién?— pregunté

—Billy Black, es el encargado de la maquinaria en la hacienda, él y su hijo reparan los tractores, las trilladoras y todas las camionetas.

—Ah. No necesito nada más May— así le decía de niño, mi nana May, ni modo, me sentía bien llamándola por su sobrenombre.

—Bueno, entonces me voy que llevo prisa, toda la familia debe estás allá— me sonrió.

ACOSADOR -Terminado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora