CAPÍTULO 18: ¿QUÉ HACER?

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—No, esos no… son rojos, no queremos guerra, deben ser luces blancas— quité todos los fuegos artificiales que tenía en la cesta y tomé los que Bella me alcanzaba, sin rechistar, con una forzada y casi genuina sonrisa. Ay Edward Cullen, te estaban domesticando y lo peor de todo es que te gustaba. ¿Dónde quedó tu lado salvaje e indomable? Ni siquiera debías obedecerle… bueno técnicamente es tu esposa… pero no es tu mujer. "Aún" rugió otra voz lujuriosa. Dioses, me estaba volviendo loco, ese poderoso tequila mexicano había acabado con las ultimas neuronas cuerdas que me quedaban.

—Más cajas de fósforos, debe haber mucho fuego—tomó varias de ellas.

— ¿No sería mejor un lanzallamas?— bromeé.

—Eso nos vendría de perlas pero aquí no venden— su humor sutil me alocaba, bueno todo en ella me traía loco.

—Debemos darnos prisa— me dijo cuando salíamos de Port Ángeles. –Las estrellas brillan demasiado, la helada baja cuando el cielo está despejado—

Manejé muy rápido mi recién recuperado y amado volvo que había dejado en custodia en Port Ángeles. No me tomó ni una hora llegar, eran casi a las 11 de la noche cuando estacioné en frente del portón de ingreso.

— ¿Qué les vamos a decir?— pregunté.

—En ningún momento diremos que estábamos juntos, sólo que me ayudaste a irme de aquí el sábado. Les diré que tomé el dinero que me dieron tus padres como regalo de bodas— la miré dudoso. –Es que lo escondí en unas tablas bajo la cama de mi habitación, no quería que Jake se lo gastara con sus amigos— sonreí nuevamente, Bella era tan… deliciosa, hasta cuando hablaba.

—Entonces sólo te ayudé a irte. ¿Y cómo es que regresamos juntos?

—Te encontré cuando venía para acá. Sé que no es convincente pero no voy a entrar en detalles, yo sólo he venido a despedirme de papá y de May. Y me iré cuando termine la cosecha—

—Bella, cuando terminemos de cosechar… puedo… ¿Podrías aceptar… salir conmigo?— debía preguntar, tal vez no volveríamos a tener un momento a solas.

— ¿Salir? ¿Para qué?—buena pregunta. Pero me hirió un poco. ¿Qué le podía decir? "Hemos hecho de todo pero nos faltó tener sexo" No. No era por eso, yo quería verla muchas veces más, miles de veces…

— ¿Que tal para ir al tragamonedas?— sonreí tristemente.

—Me gustaría mucho…— sonrió. –Edward, gracias por todo— cerré los ojos. "No te despidas por favor" gritaba por dentro.

—Gracias a ti Bella. Me hiciste ver la vida de una forma diferente— mejor dicho me hiciste sentir de una forma diferente.

La quería, estaba seguro ahora. Me había enamorado como un idiota de ésta niña loca.

—Voy a abrir la puerta, nadie escucha el claxon— salió de pronto dejándome un vacío terrible.

¿Cuándo me había pasado esto? ¿Cuándo había dejado que se hiciera dueña de mi corazón?

Llegué a la casa y me estacioné, Bella bajó como una bala perdiéndose en la noche. Caminé hacia mi habitación, antes mandé a llamar a Charlie. Me cambié y tomé una ducha, todo el día caminando me había agotado.

—Señor Cullen, bienvenido. Tenemos un grave problema— dijo al verme, ni siquiera preguntó o comentó por su hija.

—Dime—

—Ha empezado, la temperatura está descendiendo, tocaremos las alarmas cuando lleguemos a 8 grados— dijo con seguridad.

— ¿Qué debemos hacer?—

ACOSADOR -Terminado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora