Rastreador.

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"Miro hacia delante
Las emociones se convierten en dolor y aumentan
Ahora puedo correr hacia ti
Y si no te conociera
Pienso en eso
Llévame de regreso"
—I can't stand the rain, SuperM—


Balaam era uno de sus tantos apodos, la codicia siempre tocaba su puerta, creció en un hogar con todas las riquezas, sus padres le daban todo lo que deseaba, Luxaire fue alguien que con solo chasquear sus dedos tenía todo a su paso, fueron más de diez cabezas las que pidió fueran llevadas en bandejas a su habitación en su juventud, incluso la de sus tíos, quienes se opusieron a la crianza que le daban, más tarde también pidió la de sus progenitores, las que guardaba como su trofeo, ahora quería las de Lee Taemin y Jinki, porque el estaba muriendo, estaba enfermo, el cáncer se estaba encargando de matarlo poco a poco, era su karma, devorando   sus células, causándole tanto dolor cuando no estaba bajo el efecto de las drogas, y sabiendo que ya no le quedaba mucho tiempo quería acabar con la estirpe de los Lee cuanto antes.

Los dedos de Luxaire rozaron la madera de su escritorio, ladeó su cabeza y se miró en el espejo antes de apretar el botón ante el insistente sonido de su teléfono.

—¿Cuando dejarán de molestarme? No entienden que no quiero que nadie altere mis minutos de paz.

La ira de Luxaire desapareció al escuchar lo que uno de sus sirvientes tenía que decirle, se dejó caer en la silla y se impulsó hacia atrás, abrió sus brazos y dejó escapar una carcajada, la puerta de su suite de abrieron, lo primero que vio fue unas piernas largas, se mordió los labios viendo a la mujer.

—Desnudate y espérame en la cama con las piernas tan abiertas que pueda verte mejor que un ginecólogo, hoy voy a celebrar.

La castaña asintió, sonrió cuando dejó caer su vestido al suelo y se acostó en la cama, separando sus piernas para Luxaire, porque en un principio ella odió acostarse con él, sin embargo salió gustandole el matón, y por eso era que ella había fingido ser una médico ejemplar para Taemin, investigando lo suficiente hasta llegar a poner un rastreador en la vestimenta del doncel, de hecho gracias a eso fue que pudieron localizar a Megan, Jisoo sabía que el pelirrojo solía repetir sus ropas constantemente, así que cuando el fue a Japón fue fácil dar con su paradero.

Dejó escapar gemidos fuertes cuando Luxaire la follaba, lo que ella no esperó fue que el elevara sus manos y pusiera una pistola sobre su cabeza.

—Gracias Jisoo por decirme que Lee Taemin está a unos diez minutos de mí, pero ya no me sirves y tampoco quiero más juegos.

—No po-porfavor, pue...

La mujer guardó silencio, porque Luxaire disparó en su frente, viendo como su boca se quedaba entre abierta al igual que sus ojos, por algo le llamaban Balaam, no tenía escrúpulos, se acercó al rostro ensangrentado de Jisoo y se masturbo sobre el cadáver, dejando que su semen cayera sobre el rostro de la obscisa.

Bajó de la cama y dejó su arma sobre una mesa, se acercó a su vitrina y sacó su whisky para beber de la misma botella, buscó su teléfono e hizo una llamada.

—Jong-dae manda a sacar la basura, es 1A así que apresurate.

Colgó la llamada y volvió a tomar de su whisky, se lamió los labios al entrar a la ducha, no sin antes citar a sus hombres más especializados, tenía una emboscada que hacer, muy pronto.

****


Taemin abrió su maleta buscando su chaqueta azul, sonrió cuando la encontró, la dejó sobre la cama y suspiró, amaba esa prenda, aunque Kibum la detestaba, según el peli rosa Bastz lo tenía harto de usarla.

Pugnas Del Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora