Entre Las Sombras - Libro #1 Bilogia AS. COMPLETO.

Trece II: Maldiciones y engaños.

Trece II: Maldiciones yengaños.

Sabrina

Adam y yo los últimos días nos hemos unido más en este engaño, llamado relación. No hablo con él sobre Alondra y mi interés en esa mansión o que me reuní con Andre Lowell, Adam vuelve a mi lado, me da un pequeño beso en los labios.

—Eres una buena mentirosa – dice cerca de mis labios – demasiado perfecta, nunca te tiembla la voz, eres la aliada perfecta para llevarla a cometer un crimen.

—Soy muy buena en muchas cosas, aunque no tengo ganas de demostrártelo a ti – golpea mi la punta de mi nariz con su dedo índice, ocasionando que parpadee – nos vemos Evans.

—Nos vemos pequeña Miller, me escribes cuando estés en casa, si observas algo raro, llámame.

***

Al llegar al edificio me preparo psicológicamente para lo que voy a encontrarme dentro, al entrar me sorprendo mucho más, viendo a mamá y a papá seleccionando ¿fotos?, ellos parecen tener una discusión de negocios, donde mamá habla sobre el valor de mi imagen y lo importante que es usarme para sus próximos proyectos.

A eso debo la visita retrasada de mi papá, pensé que veníamos a pasar tiempo de calidad padre e hija, termino de entras y cerrar la puerta, los dos me observa por largos segundos, puedo jurar que es la primera vez en años, que ellos no se encuentran discutiendo, ellos solo discuten cuando se trata de dinero, cuando no encuentran el modo de dividirlo de manera acertada, pero mientras ellos puedan explotarme y sacarme provecho, repartir el dinero a como dé lugar a ellos eso no les importa.

—Buenos días – los saludo – ¿Qué hacen?

—Vas a ser la chica de la campaña publicitaria para los hoteles – asiento con la cabeza, "vas" – tu padre ha venido a eso, he conseguido un contrato tentador y con muchos ceros, que serán de ayuda para ambas.

Papá peina su cabello rubio hacia atrás, su cabello ya tiñe demasiadas canas, sus ojos se centran en mí, me mira con reproche como si no aprobara el modo en el que me encuentro vestida, el vestido de Jenna no es feo, es hermoso, pero no es el modo en el que él le gusta verme vestida, tampoco le gusta que me vea desarreglada, él siempre quiere verme perfecta, que sea la mujer perfecta, Aaron George quiere que sus hijas sean las mujeres perfectas ante todos, intocables e inalcanzables.

Siempre me lo decía los fines de semana que pasaba con él y nos educaba a mí hermana y a mí, papi, nos enseñaba sobre la disciplina, el amor, los valores, nos enseñaba a ser astitas, inteligentes, las estrellas más brillantes del cielo, a pensar con claridad a ser buenas en todo, a no vararnos, era un hombre fuerte, casi nunca recibimos cariño de él, siempre nos estaba regañando o enseñándonos que la vida no era fácil y que si no luchábamos por ganar lo nuestro, nadie vendría a arreglar la vida por nosotras.

Papá y la abuela tenían mucho en común, los dos me enseñaron a luchar, a pelear, analizar y no darle el gusto al mundo de tenerme de rodillas, era Sabrina Amelia George Miller y no me habían educado para sentarme a llorar, si causaba un desastre tenía que encontrar la manera de limpiarlo y no dejar evidencias en mi contra, no sentarme a esperar que lo arreglaran por mí, estaba sola en la vida y si no me ayudaba, nadie vendría ayudarme.

—Sabrina – hablo mamá – eres una figura que puede influenciar a millones, a generar nuevos inversionistas o hasta conseguir nuevos socios, eres inteligente y capaz de demasiadas cosas – papá me dio una sonrisa cómplice y me tense, ¿en que estará pensando? – por eso me encantaría que aceptaras, ser la imagen para los hoteles y que ayudes en la publicidad, tienes muchos seguidores, personas influentes. Quiero que colabores.