Veintitrés: un circo peculiar.

217 14 0
                                    

Veintitrés: un circo peculiar.



Sangre, deseo y gloria. Es el principal motivo de nuestras vidas.

Adam

Mis pasos son firmes, no demuestro miedo o nerviosos. Ni siquiera la imagen de aquella mujer a la que ellos adoran como diosa me aterra. Las uñas de April se clavan en mi brazo, aferrándose a el por los nervios. Observamos a las Babies pasar, unas acompañadas, otras solas. Cuando nos abren la segunda puerta, dos Babies de cabello corto y de colores, vestidas de manera extravagante, atrayente nos lanzan purpurina a los rostros, miro la cara de April tiene lunares en su cara morados, azules y rosados.

Ella me da una breve mirada, deje de centrar mi atención en ella me dedico a mirar al hombre alto, flaco y con una camisa de vestir color azul sus orejas de conejo son azules, él se acerca a ella, dándole una sonrisa picara y maliciosa, se ríe en su cara, mientras fuma de una extraña pipa le lanza humo de colores a la cara.

—Bienvenida a casa, Violeta – le dice en francés. Seguimos caminando después de ese extraño recibimiento.

Cuando encontramos una mesera, me alejo unos centímetros de April le doy una sonrisa cordial, tomo dos de las copas del licor, que por lo que tengo entendido es Alejandría, nos dan copas en forma de cáliz, le entrego una a April, ninguno de los dos bebé. Desde aquella fiesta de Halloween me gusta ser precavido con lo que consumo en fiestas o lugares que me causen desconfianza.

Cuando ella vuelve a tomar fuerza para caminar, mira hacia arriba y da una oración rápida a Dios, vuelve a sujetarse de mi brazo, le doy una sonrisa cordial a una de las parejas que entran. Nosotros seguimos caminando, dejándonos maravillar por lo que nos ofrece Alondra. Alondra no es un lugar desagradable, voy a definir a Alondra como un circo peculiar, lleno de números, extraños seres, emociones y sentimientos. Las personas ven tan natural las cosas que suceden aquí, porque para ellos simplemente es un show más, donde los que padecen son personas sin importancia.

En el primer piso hay un restaurante, diez habitaciones y una pista de baile con una tarima donde a las doce hacen una subasta. No cuenta con muchas mesas, April y yo nos quedamos desde afuera observando el show que se lleva a cabo esta noche, ella se tensa al escuchar las risas, de las personas que celebran la función que se protagoniza esta noche.

Todo están normal, si para ti es normal ver a alguien en una ruleta dar vueltas, personas pagan por arrojar cuchillos hacia la chica y pagar cantidades de dinero, que los entretiene mientras ella sufre, algo en mí arde, ver a personas privilegiadas jugar con las necesidades de otros me quema el alma, me hace sentir avergonzado porque en mi momento fui parte de todo esto, miro el rostro de la chica puedo jurar que no pasa de los 16 años.

April está causando heridas en mi brazo, cuando la chica grita cuando uno de los cuchillos atraviesa su pierna, ellos celebran, en este circo celebran haber lastimado a una niña. Este no es el único show, hay demasiado en este circo y eso que recién estamos en la primera parte.

En Alondra nada desentona, solo April y yo, que nunca podremos pertenecer a este lugar, así nos cambiemos el nombre, juremos ser valientes, no soy un santo, no voy a ir diciendo que los actos que hago sean moralmente correctos. Pero estoy seguros de que hasta yo tengo mis límites.

Alejo esos pensamientos observo la instancia en el restaurante hay unas luces de colores iluminar su cara, cada una de ellas combina a la perfección, los colores me ciegan, la cantidad de dinero que parece ganar la chica arriesgando su vida es impresiónate, no puedo ver sus ojos, pero si el sudor, las lágrimas que se mezclan en el suelo.

Entre Las Sombras - Libro #1 Bilogia AS. COMPLETO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora