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Jimin tenía una mueca de total asco en su rostro mientras le disparaba al oso, cinco, ocho, quince veces, y aún así seguía de pie.

- ¿Acaso no podemos estar una maldita semana en paz? – dijo bufando molesto.

- No mientras estas malditas cosas sigan en pie – murmuró Yoongi a su lado.

Yoongi simplemente se limitaba a empujar a los zombis que intentaban subir con el bate en sus manos.

- ¡Qué asco! – gruño Yoongi cuando le dio con demasiada fuerza a uno en la cabeza y parte de la sangre salpicó en su camisa y pantalones.

- ¿Y si llamamos a los demás? – susurró Jimin, sudor bajaba de su frente, se estaba cansando de estar agachado en el muro y cargar a cada rato el arma con un nuevo cartucho de balas de pintura.

- No te dejare solo, esas cosas casi se suben cuando fuimos por tu arma y el bate – murmuró Yoongi firme.

- Entonces terminemos esto, pero estas balas no hacen mucho efecto, y menos con esta arma, es muy básica – gruño Jimin fastidiado.

- Es la única que tiene silenciador – añadió Yoongi encogiéndose de hombros.

Jimin no podía quejarse, después de todo fue su culpa el hecho de que llegarán muchos más infectados al debilitarse levemente y dejar fluir su miedo cuando presenció la cruel escena del oso zombi.

Mientras ellos atacaban sin descanso, los demás veían una película tranquilamente.

Las horas pasaron tan rápido que ni se dieron cuenta que amaneció hasta que el sol comenzó a aparecer. Los zombis yacían en el piso, con balas de pintura atravesando sus podridos ojos o cabezas aplastadas por el bate de Yoongi.

Ambos decidieron seguir vigilando aún si el oso había desaparecido y aparentemente ya no había peligro.

El sol iluminó sus rostros, la sangre seca en la ropa y manos de Yoongi se hacía muy notoria.

Sentados juntos en el muro, balanceaban sus pies observando fijamente al bosque, Jimin tenía aún entre sus manos la pequeña arma con la que trabajó toda la noche. Sus ojos pesaban, estaban agotados.

Yoongi observó como Jimin aun sostenía firme el arma, y aún sumidos en silencio, se la quitó, Jimin solo lo observo en silencio.

- Descansemos, digámosle a los demás lo que pasó, estamos seguros – murmuró Yoongi.

Jimin simplemente se puso de pie en el muro, camino hasta alejarse un poco de Yoongi, aun con su vista fija en el bosque se puso de cuclillas para detallar el lugar por donde vio al oso irse.

- Está ahí, sé que aún no se ha ido, volverá – murmuró Jimin.

- Vamos a bañarnos y a comer – dijo Yoongi poniéndose de pie.

Pero justo en ese momento unos gruñidos extraños se escucharon, Yoongi se giró rápidamente viendo a un par de lobos aparecer de entre los árboles, detrás de ellos estaba el oso.

- ¡Maldita cosa! – gritó Jimin sin poder contenerse.

El pelirrojo observó su arma colocada a unos dos metros de él, los lobos comenzaron a correr en dirección al muro apenas escucharon la voz del omega.

- ¡Jimin no! – gritó Yoongi preocupado.

El omega alcanzó su arma pero en un mal movimiento, su pie se dobló y terminó por resbalarse. Yoongi intento correr por el borde del muro con cuidado pero solo pudo observar como Jimin se caía hacia el interior del muro.

Sobreviviendo al Campamento •KookV• CORRIGIENDO~ UwUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora