Introducción / Adelanto

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La antigua Grecia se caracteriza, principalmente, por todos los mitos que giran en torno a ella

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La antigua Grecia se caracteriza, principalmente, por todos los mitos que giran en torno a ella. Su folclor está repleto de criaturas fantásticas, partiendo desde centauros hasta las ninfas, así como poderosas deidades cuyo juicio era dominado por sus caprichos. Siempre se dijo que las divinidades de esta época y región resultaban estar particularmente ebrias de poder, lo que explicaría su actitud egoísta no solo hacia la humanidad, sino hacia los suyos mismos. Pero ¿qué es lo que sucedió con los grandes dioses del olimpo? Cuando Teodosio prohibió lo que actualmente es el helenismo, los fieles a los dioses olímpicos desaparecieron uno a uno, por lo que dejaron de existir tributos para tomar. Lo que pudo haber sido vengado por medio de la ira, resultó insignificante para el Dios líder que ya se había aburrido de tratar con la humanidad: Zeus se reunió con sus hermanos y hermanas, para entonces darles la orden de poner en "automático" el control de Hélade y buscar el descanso, con pequeñas excepciones que les harían volver a la vida en cuerpos mortales hasta que su culto volviera a aparecer en la tierra. De tal forma, todos ellos desaparecieron abandonando el Olimpo, siendo olvidados poco a poco, para dormir durante cientos de años, apareciendo en partes aleatorias del mundo cada tanto tiempo, proveyendo a las familias en las que nacieran con fortuna y riquezas... o, tal vez, desgracia.

A Hades le tomó un tiempo enterarse de esto. Quizá habrá sido la ausencia de su cónyuge lo que realmente le hizo darse cuenta, pero ya era demasiado tarde. Él había pasado unas décadas demasiado ocupadas para notar que Perséfone no había vuelto, aunque las estaciones mantenían un curso normal. Fue entonces que un recelo particular nació en su interior, pues había sido dejado de lado. Por desgracia él no tenía la capacidad de hacer aquello por sí mismo, sin el apoyo de las otras deidades, así que se acercó a los últimos fieles que continuaban ofreciendo sus tributos y tomó la decisión de acompañarlos a todos, saltando generaciones en una familia que había jurado continuar rindiéndole culto por la eternidad, manteniendo entonces la esperanza de encontrar a los suyos y cobrarles el precio de su traición.

 Por desgracia él no tenía la capacidad de hacer aquello por sí mismo, sin el apoyo de las otras deidades, así que se acercó a los últimos fieles que continuaban ofreciendo sus tributos y tomó la decisión de acompañarlos a todos, saltando generaci...

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[Actualidad]

El siglo XXI ofrecía grandes cambios, ciertamente. Habían pasado muchas eras desde que las deidades habían desaparecido para volver a la tierra cada tanto y al azar, en distintos puntos del globo terráqueo. Cada vez lo lograban en distintas familias, razas, tiempos, géneros, convirtiéndose en una aventura perfecta y ocasionando una incertidumbre que solo se definiría por la suerte cuando despertaran de nuevo. Habían descubierto, entonces, que sus propias personalidades se moldeaban al cuerpo que habitaban, pues los Dioses estaban tan solo fusionando sus identidades con las de los mortales, lo que les permitía comprender mucho mejor el mundo. Así mismo, las familias en las que ellos nacían, pobres o ricas, eventualmente lograban alcanzar lo que se prometía desde la concepción de la idea de su reencarnación. Zeus fue siempre el mismo ente caprichoso, sin importar el cuerpo en el que naciera, ya que su carácter resultaba demasiado fuerte para sus anfitriones. Eventualmente, las características de cada uno de ellos se convertían en la naturaleza de sus identidades humanas, lo que les hacía reconocerse fácilmente entre sí, pero no todos ellos tenían la fortuna de nacer en la misma época o de verse con sus iguales.

1600 Primaveras para HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora